El tamaño y los idiomas complican el rescate

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Rennes, Francia. AFP. El tamaño gigantesco de los navíos y la procedencia multinacional de pasajeros y tripulantes, que los convierten en verdaderas torres de Babel, complican las operaciones de rescate en caso de naufragio, como el del crucero italiano Costa Concordia.

“Lo que me llama más la atención es el tamaño del crucero”, de casi 300 metros de eslora (largo)”, subrayó Jacques Loiseau, presidente de la Asociación Francesa de Capitanes de Navío (Afcan). En caso de naufragio, “con semejante tamaño, no se podría jamás salvar a todo el mundo”, señaló.

El Costa Cocordia podía recibir hasta 3.780 pasajeros, lo que requería una tripulación de unas 1.000 personas. Unos 4.200 pasajeros y tripulantes se hallaban a bordo del navío el viernes.

Algunos barcos pueden recibir hasta unos 6.000 pasajeros y 2.000 miembros de la tripulación. Esta tendencia al gigantismo preocupa a las autoridades. Prueba de ello es que ese fue el tema de un ejercicio de rescate en el canal de la Mancha en setiembre pasado, que reunió a 20 países.

“En el caso de un desastre, sería difícil para un solo país suministrar rápidamente la totalidad de los medios de socorro necesarios, y sería imprescindible una operación internacional”, advierte el texto originado en aquella reunión.

En el mar, en caso de accidente, “se puede evacuar 10 o 20 personas gracias a los helicópteros. Pero 2.000 o 3.000 pasajeros, es imposible”, admite la prefectura marítima del Atlántico.