El Salvador promete proteger la vida de mujer embarazada a quien se le denegó un aborto terapéutico

Ministra de Salud asegura que los médicos le practicarán cesárea

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San Salvador. AP, AFP, ACAN-EFE. El Ministerio de Salud de El Salvador informó ayer de que está listo para intervenir para salvar la vida de Beatriz (nombre ficticio para proteger su identidad), una joven que padece lupus y deficiencia renal, y a quien la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema le rechazó una solicitud para interrumpir su embarazo.

“El equipo médico del Hospital de Maternidad está listo para que en el menor de los síntomas de gravedad, de peligro de Beatriz, se actúe inmediatamente. Para mí, lo decisivo es proteger su vida”, dijo ayer la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez.

El anuncio lo hizo poco después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ordenó al Estado de El Salvador adoptar medidas urgentes para proteger la vida de la joven .

En su primera resolución sobre un caso de tal índole, la Corte pidió que las autoridades salvadoreñas “adopten y garanticen, de manera urgente, todas las medidas que sean necesarias y efectivas” en aquel sentido.

“Debido a las condiciones de salud de la madre, este embarazo atenta contra su vida, hecho que amerita que se tomen medidas extremas y urgentes para salvaguardar su salud”, agregó el texto.

La joven es madre de un niño de un año y había pedido que las autoridades de El Salvador, donde está prohibido el aborto (incluso el terapéutico), le permitieran practicárselo porque recientemente le diagnosticaron lupus eritematoso discoide, que debilita el sistema inmunológico y que puede complicarse con el embarazo y parto.

Además, análisis médicos determinaron que el feto padece anencefalia, una ausencia total o parcial del cerebro, lo que hace casi nulas sus posibilidades de sobrevivir.

Tras una disputa de más de dos meses, la Corte Suprema de Justicia rechazó el miércoles la solicitud de Beatriz de realizarse un aborto terapéutico, por considerar que su vida no corre peligro.

Pero, tras la resolución de la Corte IDH, el Gobierno de El Salvador dejó en manos de los médicos la posibilidad de intervenir a la joven para preservar su vida, tras aclarar ayer que en este momento la interrupción del embarazo “ya no es un aborto, es un parto inducido”.

Airadas reacciones. El rechazo de la Corte Suprema a la petición de Beatriz provocó ayer la condena de organismos internacionales, así como de organizaciones feministas y de derechos humanos.

Amnistía Internacional (AI, organización defensora de los derechos humanos) también criticó la decisión de la Sala de lo Constitucional de la Corte. “Haber sometido a Beatriz a este largo proceso, demorando durante siete semanas la adopción de una medida que afecta a una persona, cuya vida corre un riesgo inminente, es cruel, inhumano y degradante”, denunció AI.

El Instituto de Estudios de la Mujer deploró que el Ministerio de Salud sometiera el caso a una resolución de la Corte Suprema, con lo que se perdió tiempo.

Debido a la espera por la decisión, dictada el martes y publicada el miércoles, la joven cumplirá 26 semanas o seis meses de gestación, con lo cual el aborto terapéutico ya no es posible, explicó Morena Herrera, presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico (Acdatee).

Para la dirigente, El Salvador debe acatar la resolución de la Corte IDH porque “tiene un carácter vinculante; es decir, prevalecen sus indicaciones” sobre “otras normas y otras indicaciones que hayan dado diferentes instancias del Estado”.

Beatriz aseguró ayer –en una entrevista exclusiva con la AFP– que será sometida a una cesárea en unos días, cuando alcance las 26 semanas de gestación.

“Me siento muy bien, porque ya me lo van a hacer. Me lo dijeron los médicos, que la otra semana me van a hacer la cesárea”, afirmó la muchacha , contactada por teléfono desde San José.

“Quiero la cesárea, primero por mi salud y porque no va a vivir el niño. No está bien lo que me han hecho, me han hecho sufrir esperando todo este tiempo aquí en el hospital, (pero) primero Dios será la próxima semana”, declaró con voz débil y entrecortada.