El Gobierno sirio pide a la oposición firmar un documento sobre terrorismo

La oposición y el gobierno sirios mantienen " grandes diferencias " sobre la manera de abordar las negociaciones de paz que ambos iniciaron hace seis días en Ginebra y cuya primera ronda termina mañana

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Ginebra

La delegación gubernamental que participa en las negociaciones de paz para Siria presentó hoy a la oposición un documento en el que le insta a combatir el terrorismo, término que el régimen emplea para calificar a todos los grupos rebeldes levantados en armas contra Bachar al-Asad.

Asimismo, reclama a las partes involucradas en el proceso de paz su "total compromiso" con el respecto a la soberanía de Siria, su independencia y su integridad territorial, sin ningún tipo de injerencia extranjera.

Las delegaciones de Gobierno y oposición mantuvieron esta mañana una reunión con el mediador Lajdar Brahimi que duró más de dos horas en el séptimo día de conversaciones.

En el sexto día de las conversaciones en presencia, como cada mañana, del mediador Lakhdar Brahimi, "las dos delegaciones discutieron sobre la violencia y sobre la lucha contra el terrorismo, puesto que esta cláusula forma parte de Ginebra I", afirmó una fuente informada de la oposición.

La conferencia de Ginebra I, cuyo comunicado final fue firmado en 2012 por las grandes potencias, está en el origen de las negociaciones que las dos partes beligerantes en Siria celebran actualmente en esta ciudad suiza, tras casi tres años de una guerra que ha dejado más de 130.000 muertos y más de nueve millones de desplazados y refugiados.

El documento prevé el cese de la violencia en todas sus formas y la formación de un gobierno de transición, aunque no menciona el futuro del presidente sirio, Bashar al-Asad.

Por su parte, la oposición acusa al poder, respaldado entre otros por el partido chiita libanés Hezbolá, de mortíferos bombardeos diarios.

"La delegación de la oposición ha preparado un enorme dosier sobre el terrorismo del régimen, apoyándose en pruebas irrefutables y documentos", indicó la fuente de la oposición.

"Quiere probar que el régimen es la fuente de todo terrorism. También va a hablar del terrorismo de Hezbolá y de otras milicias prorrégimen", añadió.

La oposición también señala que la corriente principal del Ejército Sirio Libre (ESL) ha declarado la guerra al Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), vinculado a al-Qaeda y citado por el régimen como ejemplo de terrorismo.

A pesar del encendido tono de las conversaciones, las relaciones entre las dos partes parecen estar relajándose.

"El hielo se está rompiendo, lentamente, pero se está rompiendo", dijo el miércoles el mediador de la ONU en las negociaciones, Lakhdar Brahimi.

Brahimi expresó sus dudas sobre la posibilidad de que la primera ronda de negociaciones, que finalizan el viernes, den un resultado "sustancial", pero consideró que el hecho de reunir en torno a la misma mesa al régimen y la oposición por primera vez era un paso importante.

Por otra parte, un informe de la organización Humans Right Watch (HRW) publicado este jueves denunció que el gobierno sirio arrasó miles de viviendas en sectores de Damasco y Hama (centro) favorables al régimen como "castigo colectivo".

"Las demoliciones fueron supervisadas por el ejército", acusó Ole Solvang, experto en situaciones de crisis de HRW.

"Nadie puede dejarse engañar por las afirmaciones gubernamentales de que esto se inscribe en un plan urbanístico, en pleno conflicto sangriento. Es un castigo colectivo a comunidades sospechosas de apoyar a la rebelión", añadió.

Sobre el terreno, un convoy de ayuda humanitaria consiguió entrar este jueves en el campamento de refugiados de Yarmuk, en Damasco, asediado por el ejército, anunció una agencia de la ONU y a la agencia oficial siria Sana.

"Esta mañana, un convoy de la UNRWA que transportaba 900 raciones alimenticias entró en el campo de Yarmuk", indicó a la AFP Chris Gunness, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que explicó que esta era la primera distribución de alimentos desde otra de 138 raciones efectuada el 21 de enero por la UNRWA.