Ejército sirio sigue ofensiva en fronteras contra civiles

Soldados arriban a pueblo a 12 km de Irak en nueva acción próxima a otro país

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Damasco. AFP. Las fuerzas de seguridad sirias mataron ayer a cuatro civiles cerca de Líbano mientras el Ejército entró con tanques e infantería a otra aldea cercana a Irak en su ofensiva de tres semanas en esa zona contra civiles y opositores al régimen del presidente Bashar al Asad.

“Dos civiles murieron en Kasir por disparos de las fuerzas de seguridad que reforzaron su presencia el viernes” cerca de la frontera libanesa, indicó Rami Abdel Rahman, presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSH), con sede en Londres.

“Los otros dos murieron cuando los agentes abrieron fuego en los funerales de las víctimas de la represión de las protestas del viernes” en la ciudad de Kesua, agregó.

Decenas de miles de sirios volvieron a salir a la calle después de la plegaria musulmana del viernes para exigir la caída del régimen del presidente que no logra sofocar la ola de manifestaciones iniciada a mediados de marzo.

La operación de rastreo militar en los confines de la gobernación de Idleb (noroeste) y en algunas localidades próximas a la frontera iraquí se extendió ayer a Al Najia, a unos 12 km de Jisr al Shughur.

“El Ejército entró, con tanques y transportes de tropas, en la aldea de Al Najia, en la carretera entre Latakia y Jisr al Shughur”, informó también Rahman.

El jueves cientos de soldados apoyados por tanques ya habían entrado al pueblo de Jirbet al Joz, a menos de un kilómetro de la frontera con Turquía.

Este despliegue militar persigue aplastar la oposición al régimen e impedir la huida de los habitantes hacia el vecino país de Turquía, afirman los opositores.

Desde el inicio dela protesta, el 15 de marzo, 1.336 civiles han muerto, así como 341 efectivos de la Policía y del Ejército, conforme un nuevo balance publicado por la OSDH.

No obstante, la represión del régimen no ha impedido a los opositores convocar desde la red social de Facebook otra protesta en la ciudad de Alep para el 30 de junio.

Alep es un bastión del régimen de al Asad y las autoridades de Turquía (que dan cobijo a casi 12.000 refugiados) temen una catástrofe humanitaria si ese día hay una revuelta entre los bandos.

La Unión Europea acentuó antier la presión al decir que “el régimen sirio socava su legitimidad” al reprimir a los civiles.