Damasco y El Cairo. aFP, EFE. Las tropas gubernamentales bombardeaban ayer varias localidades de Siria, pese a la presencia de los primeros observadores de la ONU, encargados de evaluar si se respeta el alto el fuego, lo que crea temor sobre el futuro del grupo.
El martes murieron por lo menos cinco civiles en Siria, pese a un cese del fuego que entró en vigor el jueves 12 de abril, como estaba previsto en el plan del emisario internacional Kofi Annan , informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, opositor), con sede en Londres.
Tres personas más perecieron por disparos de las fuerzas gubernamentales en la región de Idleb (noroeste) y en la provincia de Deraa (sur) dos civiles fallecieron y decenas resultaron heridos en bombardeos en Basr al-Harir, localidad que el régimen “trata de controlar”.
En Homs, los barrios de al-Jaldiyé y Bayada eran bombardeados desde el martes por la mañana, agregó la ONG, la cual precisó que el 30% de esta ciudad escapaba aún al control del Ejército.
El alto el fuego parecía cada vez más frágil, haciendo dudar a los países occidentales de la voluntad del régimen del presidente Bashar al-Asad de aplicar el plan de Annan. Desde el inicio de la revuelta popular contra el régimen de al-Asad en marzo de 2011, más de 11.100 personas murieron, según la OSDH.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió al Gobierno sirio que garantice una total libertad de movimiento a los observadores.
De acuerdo con los Comités Locales de Coordinación (LCC), que animan las movilizaciones opositoras, “los coches de los observadores llegaron a Deraa, acompañados por vehículos del Ejército”.
Tarea difícil. El coronel Ahmed Himmiche, quien dirige a los observadores, había considerado horas antes que la misión era “difícil”.
“Hay que ir despacio, no es fácil y hay que coordinar (el trabajo) con todas las partes, en primer lugar con el Gobierno sirio y luego con todas las (otras) partes involucradas”, declaró a la prensa.
En una primera fase, la misión contará con 30 miembros y otros se unirán a los seis que ya llegaron en los próximos días. En total, la misión incluirá 250 hombres, pero para su despliegue se requerirá una nueva resolución.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición siria, denunció el lunes por la noche la continuación de los operativos militares dirigidos por las tropas gubernamentales.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, consideró ayer que el cese del fuego es “frágil” y dijo, sin nombrarlos, que “algunos países” desean que el plan de Annan fracase.
Rusia –principal aliado de Siria y que bloquea las resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU que condenan la represión de las protestas en el país– denuncia con frecuencia el apoyo de los Estados occidentales y árabes a la oposición armada en Siria.
En tanto, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil el-Arabi, pidió ayer que se acelere el despliegue de observadores de la ONU en Siria para que su misión no fracase como ocurrió con la de los enviados árabes en enero.
Tras una reunión en Doha del grupo de contacto de la Liga Árabe para Siria, el-Arabi destacó que es muy importante que los observadores internacionales se desplieguen con rapidez en territorio sirio para supervisar el cumplimiento del plan de paz .
Un equipo de seis observadores militares no armados llegó el domingo a Damasco.