El Cairo. EFE y AP Al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas en enfrentamientos que se produjeron en El Cairo, entre el Ejército y cristianos coptos, luego de que estos salieran a las calles a protestar por la quema de una iglesia en el sur del país.
Unas 150 personas resultaron lesionadas en los disturbios ocurridos en frente del edificio de la televisora estatal egipcia.
Los manifestantes afirmaron que la protesta comenzó como un intento pacífico de acampar frente a la sede de la televisora; sin embargo, afirman que luego fueron atacados por sicarios vestidos de civil, quienes les arrojaron piedras y les dispararon perdigones.
Testigos aseguraron que algunos de los cristianos les lanzaron piedras y botellas a los soldados e incluso es posible que les hayan quitado armas a los militares para emplearlas contra ellos.
Los cristianos culpan al Consejo Militar de Egipto, que ejerce el gobierno interino del país, de ser demasiado condescendiente con los que están detrás de una serie de ataques anticristianos desde la expulsión del presidente Hosni Mubárak, en febrero.
“La protesta era pacífica. Queríamos acampar para demostrar nuestra inconformidad, como es usual”, manifestó Essam Khalili, un manifestante que traía una camisa blanca con una cruz dibujada sobre ella.
“Unos rufianes nos atacaron y un vehículo militar saltó sobre una acera y pasó encima de al menos 10 personas”, añadió.
Las tomas de los disturbios captadas por la televisión mostraron a algunos de los manifestantes atacando a un militar, mientras un sacerdote intentaba protegerlo.
Los choques se extendieron a la cercana plaza Tahrir y al área circundante, atrayendo a miles de personas. Hubo un intercambio de pedradas y bombas caseras.
Cristianos inconformes. La minoría copta en Egipto representa un 10% de los 80 millones de habitantes que componen la nación.
En el caótico período de transición y el vacío de poder producido tras el levantamiento durante este año, los cristianos están cada vez más preocupados por la manifestación de poder de los islamistas ultraconservadores.
Estos son los disturbios más graves que vive Egipto desde la revolución que acabó con el régimen de Hosni Mubárak, el pasado 11 de febrero.