Einstein: genio nato

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Siempre sospechamos que algo debió haber hecho a Albert Einstein más inteligente que el resto de la gente.

Ahora, los científicos han hallado que una parte de su cerebro era, en efecto, físicamente extraordinaria, lo que podría indicar que, hasta cierto punto, este sabio era un genio nato.

En el único estudio jamás realizado sobre la anatomía general del cerebro de Einstein, un grupo de científicos en la Universidad de McMaster, en Ontario, Canadá, descubrieron que la parte del cerebro de Einstein que se cree rige el razonamiento matemático --la región parietal inferior--: era 15 por ciento mayor que lo normal.

Dicho descubrimiento podría indicar que la inteligencia del padre de la teoría de la relatividad pudo tener una explicación física: su cerebro era mayor de lo normal en un ser humano, según publicó ayer la revista médica británica The Lancet.

Einstein, considerado uno de los mayores genios de este siglo, murió en 1955 a los 76 años y los médicos conservaron su cerebro para la investigación.

Los científicos de McMaster compararon el cerebro del genio con el de 35 hombres y 56 mujeres de inteligencia media.

Según la investigación, su cerebro era común a excepción de un área particular, la región inferior parietal, responsable del pensamiento matemático y la capacidad de analizar el espacio y el movimiento. El estudio afirma que el cerebro del científico es un 15 por ciento más ancho que los otros estudiados.

Igualmente, la masa encefálica carecía de un surco que normalmente atraviesa parte de esa región, lo que, según los investigadores, puede haber permitido a las neuronas comunicarse mucho más rápidamente.

"Esta anatomía cerebral insólita puede explicar por qué Einstein pensaba de la manera que lo hacía", indicó la profesora Sandra Witelson, que dirigió el proyecto de investigación.

Añadió que "ese tipo de forma no fue vista en ninguno otro de nuestros cerebros y no se la representa en ningún atlas del cerebro humano".

A la hora de describir cómo elaboraba sus teorías científicas, él explicaba que las palabras no parecían jugar ningún papel, sino que percibía imágenes visuales más o menos claras.

Los hallazgos podrían indicar la importancia de la región parietal inferior, dijo Witelson.

Aclaro que "no se debe creer que la anatomía determina el destino. Sabemos también que el entorno tiene un papel muy importante en el aprendizaje y el desarrollo cerebral. Pero lo que esto nos está diciendo es que el entorno no es el único factor".