Rafah. AFP, EFE. Egipto reabrió ayer de forma permanente su frontera con la franja de Gaza, para aliviar el bloqueo impuesto por Israel al enclave controlado por los islamistas de Hamás.
La reapertura ha sido posible gracias a la llamada “Primavera Árabe” y al cambio de régimen en Egipto; supone un balón de oxígeno para el millón y medio de palestinos de la paupérrima Gaza, bloqueada por Israel y el vecino país árabe, entonces gobernado por Hosni Mubárak, desde que Hamás tomó el control en el 2007.
El paso fronterizo de Rafah era considerado el único del enclave palestino sin control israelí.
Tras la apertura por la mañana, un autobús con 50 personas y dos ambulancias cruzaron en dirección a Egipto.
El paso fronterizo se abrirá todos los días de las 9 a. m. a 5 p. m. , hora local, con la excepción de los viernes y los días feriados. La medida solo se aplica a la circulación de personas pero no a bienes o mercancías, según informó una fuente de la seguridad egipcia.
Las mujeres palestinas de cualquier edad estarán exentas de visado, al igual que los hombres de menos de 18 años o de más de 40.
Esa exención se aplica a los palestinos que quieran estudiar en Egipto, siempre y cuando puedan demostrar que han sido admitidos en una universidad. Los hombres entre 18 y 40 años necesitarán una autorización de los servicios de seguridad egipcios.
Respiro a palestinos. Para Ghazi Hamad, responsable palestino del comité de contacto con Egipto presente en la reapertura de Rafah, “la decisión egipcia es fruto del cambio en Egipto y de la reconciliación palestina, que suscitará una gran alegría entre los palestinos tras años duros de bloqueo”.
Según Hamad, “no hay que preocuparse por ningún tráfico ni actos ilegales a través de la frontera, que no son más que pretextos israelíes para sembrar el pánico”. La radio pública israelí dijo que cerca de 1.000 personas cruzarán a diario Rafah en ambos sentidos.
Egipto anunció la reapertura a finales de abril, dos días después de propiciar un acuerdo de reconciliación entre las dos grandes facciones enemigas palestinas, el Hamás islamista, al poder en la franja de Gaza, y el Fatá laico del presidente Mahmud Abas, que gobierna en Cisjordania.
Desde el 11 de febrero, cuando el presidente egipcio, Hosni Mubárak, abandonó el poder presionado por una revuelta, las nuevas autoridades aligeraron el control en el paso de Rafah, que hasta ese momento se abría unos días al mes, por motivos humanitarios. El depuesto régimen de Mubárak era acusado regularmente de complicidad con el bloqueo israelí.