EE. UU. y Surcorea reclaman a Pyongyang por hundir barco

Hillary Clinton aseveró que actos de provocación tienen consecuencias

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Seúl. AFP, Reuters. Estados Unidos y Corea del Sur advirtieron ayer al régimen de Pyongyang que pagará por torpedear en marzo una corbeta surcoreana, cuyo naufragio se saldó con 46 muertos.

Es “importante enviar a Corea del Norte el mensaje claro de que los actos de provocación tienen consecuencias”, dijo la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, en Tokio, en una rueda de prensa conjunta con el ministro japonés de Relaciones Exteriores, Katsuya Okada.

El ministro de Defensa surcoreano, Kim Tae-Young, expresó que “Corea del Norte superó los límites” y añadió que “le haremos pagar por ese acto”, al día siguiente de que un equipo internacional de expertos concluyó que el hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan el 26 de marzo se debió a un torpedo disparado por un submarino norcoreano.

Por su parte, Corea del Norte negó, de manera enérgica, toda implicación en el asunto.

Clinton, quien inició en Tokio una gira asiática que incluye visitas a Shanghái, Pekín y Seúl, apuntó que ella y el ministro nipón de Exteriores, Katsuya Okada, coincidieron en que “Corea del Norte debe cesar su comportamiento provocador”.

“No podemos permitir que la comunidad internacional no responda a este ataque”, insistió Clinton.

El presidente de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, calificó el naufragio de “provocación armada que viola la Carta de Naciones Unidas, el Acuerdo de Armisticio (que puso fin a la guerra de Corea de 1950-53) y el Acuerdo Marco Intercoreano” de 1991.

No obstante, Corea del Sur descartó de momento una respuesta militar, por miedo a una guerra. “Este incidente es tan serio y grave que debemos ser muy prudentes en la manera de tratarlo”, dijo Lee.

“Como este caso es muy grave y tiene enorme importancia, nosotros no podemos permitirnos el menor error y seremos muy prudentes en todas las medidas de respuesta que adoptemos”, agregó Lee.

El jueves, la comisión de investigación internacional sobre el naufragio de la corbeta de 1.200 toneladas, hundida el 26 de marzo frente a la isla de Baengnyeong, cerca de la frontera marítima con Corea del Norte, concluyó que la causa fue un torpedo disparado por un submarino norcoreano.

Cuarenta y seis marinos surcoreanos murieron en el naufragio de la embarcación de guerra, que se partió en dos.

Por segunda vez en dos días, Corea del Norte negó ayer toda implicación en el naufragio y acusó a Corea del Sur de haberse inventado las pruebas.

El régimen comunista advirtió también de que ambos Estados están “cerca de una guerra”.

Un alto responsable militar surcoreano consideró que el ataque contra el Cheonan es una venganza por un incidente en la frontera marítima entre ambos países, en noviembre, en el que un patrullero norcoreano ardió.

Washington advirtió el jueves que el ataque atribuido a Corea del Norte tendrá “sin duda, consecuencias”, aunque precisó que sus 28.000 soldados estacionados en Corea del Sur no fueron puestos en estado de alerta.