Jerusalén. EFE. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, recibió duras críticas en un informe elaborado por el supervisor del Estado, por las decisiones que tomó en el asalto militar a una flotilla que, hace dos años, se dirigía a Gaza y que acabó con nueve activistas turcos muertos.
En un texto de más de 150 páginas, el juez retirado Mija Lindenstrauss describió la gestión del caso por Netanyahu como “deficiente” y “superficial”, y también condenó la actuación del titular de Defensa israelí, Ehud Barak.
Ambos salen mal parados por decidir sin consultar con otros ministros, mandos militares o consejeros ni tener en cuenta los preparativos o prever las posibles consecuencias del abordaje en alta mar.
“Las decisiones se tomaron sin un trabajo de equipo ordenado, reflexivo, coordinado y documentado, a pesar de que el Gobierno, altos mandos del Ejército y de inteligencia eran muy conscientes de que la flotilla turca no era como las que le precedieron”, detalla el supervisor tras casi dos años investigación.
Conocida como la “flotilla de la Libertad”, partió de Turquía con cientos de activistas y tenía el objetivo declarado de dirigirse a Gaza para tratar de romper el bloqueo israelí que duraba ya tres años.
Las embarcaciones, cargadas con ayuda humanitaria, fueron abordadas por comandos israelíes el 31 de mayo de 2010 en una operación militar que acabó en un enfrentamiento violento. El convoy era integrado por nueve barcos, entre ellos el turco Mavi Mármara, donde ocurrieron las muertes.