Dos exministros se enfrentarán en segunda vuelta por la presidencia de Malí

Los comicios son los primeros desde 2007 y son considerados como cruciales para desbloquear más de $4.000 millones de ayuda internacional que se suspendió tras la rebelión militar de marzo de 2012

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Dos veteranos de la política de Malí disputarán este domingo la segunda vuelta de la elección presidencial que busca poner fin a meses de conflicto tras el golpe de Estado, la irrupción de la insurgencia islamista y una intervención militar de Francia.

Los comicios son los primeros desde 2007 y son considerados como cruciales para desbloquear más de $4.000 millones de ayuda internacional que se suspendió tras la rebelión militar de marzo de 2012.

El exprimer ministro Ibrahim Bubacar Keita y el exministro de Finanzas Sumaila Cisse disputarán el balotaje luego de que ninguno de los 27 candidatos lograsen mayoría absoluta en la primera ronda del 28 de julio.

Keita, considerado favorito, hizo una campaña de corte nacionalista bajo el eslógan "Por el honor de Malí", prometiendo restaurar la dignidad del país tras la humillación sufrida por tener que recurrir a la ayuda de Francia para evitar un desmembramiento.

La campaña electoral concluía este viernes y ambos candidatos negociaron tras bambalinas hasta último momento para intentar obtener el respaldo de los 25 candidatos eliminados en la primera vuelta, respaldados por más de la cuarta parte del electorado.

Keita, conocido como IBK, asegura tener el respaldo de la mayoría de los candidatos descartados en la primera ronda y es apoyado por el influyente 'establishment' religioso del país, pero Cisse recibió el espaldarazo de Adema, el principal partido político de Malí .

En sus primeros comentarios públicos desde que ganó la primera vuelta, opacada por acusaciones de fraude, Keita invitó a los electores a otorgarle una mayoría "clara y limpia" en el balotaje que le garantice una victoria incuestionable.

Keita, de 68 años, concluyó la primera vuelta con una ventaja de más de 20 puntos porcentuales delante de Cisse, de 63, que denunció irregularidades en un escrutinio en el que 400.000 votos sobre un total de 3,5 millones fueron anulados.

La Corte Constitucional de Malí rechazó sin embargo las acusaciones de fraude y confirmó a Keita como ganador de la primera vuelta, con 39,8% de los votos, mientras que Cisse obtuvo un 19,7 %.

Cerca de 6,9 millones de votantes fueron habilitados a votar, seis meses después del inicio de la intervención militar francesa para expulsar a los yihadistas que ocupaban el norte y amenazaban con avanzar hacia el sur.

Estas elecciones pretenden restablecer el orden constitucional interrumpido por el golpe de Estado del 22 de marzo de 2012.

Dicho golpe facilitó la conquista del norte del país, fronterizo con Mauritania, Argelia y Níger, por parte de grupos yihadistas, que inicialmente se aliaron con el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA).

Azawad, un territorio árido con una superficie equivalente a las de Francia y Bélgica juntas, está situado al norte del río Níger y comprende las regiones administrativas de Kidal, Tombuctú y Gao.

Malí es el tercer productor de oro del continente africano, pero su economía de 10.600 millones de dólares de PIB se contrajo 1,2% el año pasado, según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el norte empobrecido viven poblaciones tuareg y árabes, que acusan a los grupos étnicos subsaharianos de las regiones más prósperas del sur --incluyendo Bamako-- de marginarlos.