Discursos, promesas e ideas en cumbre para desarrollo

Pese a crisis, líderes buscan bajar pobreza, hambre y enfermedades

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Nueva York. DPA. Con promesas de dinero y propuestas para conseguir nuevos fondos como la de gravar las transacciones financieras internacionales, se celebró en la ONU la primera jornada de la Cumbre Mundial de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, una reunión sobre la lucha contra la pobreza y el hambre.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo, una vez más, que hacer que los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio se cumplan en la fecha acordada, 2015, es posible.

Pero para que esto ocurra, instó a los países ricos a que cumplan sus promesas y no dejen de invertir en los países en desarrollo, a pesar de la crisis económica.

“No deberíamos ajustar nuestros presupuestos a costa de los pobres”, dijo Ban, que pidió a la comunidad internacional que su compromiso para luchar contra la pobreza y el hambre o la mortalidad infantil y maternal “sea verdadero”.

Según la ONU, el G-8 aún tiene que aportar 20.000 millones de dólares en ayuda para el desarrollo en las áreas más necesitadas, del total que prometió en la cumbre de Gleneagles en 2005.

Para la región africana, 16.000 millones dólares de los que se prometieron aún no se han entregado.

Mientras Ban pidió más fondos, la Comisión Europea anunció que ofrecerá a los países más pobres del mundo 1.000 millones de euros ($1.300 millones) en ayudas extraordinarias.

Francia, por separado, hacía lo mismo. En su intervención en la cumbre, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, aseguró que a pesar de la crisis y del déficit, su país no reducirá sino que aumentará las donaciones anuales, que, afirmó, rondan actualmente los 10.000 millones de euros.

El mandatario francés también instó a crear un impuesto sobre transacciones financieras para recaudar fondos destinados a la ayuda al desarrollo. Algo a lo que se sumó el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien prometió promover la idea en todos los organismos internacionales.

Rodríguez Zapatero aseguró que España no dejará de invertir en ayuda a los países en desarrollo a pesar de la crisis, pero para que no se resientan los presupuestos del Estado hace falta “buscar fuentes innovadoras” como el gravamen propuesto.

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, fiel a su discurso, cargó contra los países ricos. “Hasta que no cambie el sistema político y económico actuales la pobreza no se superará”, dijo.