La Habana. AFP. La Iglesia Católica de Cuba continuará su diálogo con el Gobierno tras la excarcelación de 52 opositores en un rol sin precedentes en medio siglo y que trasciende la liberación de presos.
“El actual proceso de diálogo entre la Iglesia y las autoridades cubanas, iniciado en mayo de 2010 (...) continúa”, aseguró ayer Orlando Márquez, portavoz del Arzobispado de La Habana, que encabeza el cardenal Jaime Ortega.
Los dos últimos prisioneros salieron el miércoles de la cárcel, completando un proceso de casi nueve meses, en el cual fueron liberados los 52 disidentes que quedaban en prisión de los 75 arrestados y condenados en 2003.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, emplazó a La Habana a “continuar el proceso” de excarcelaciones y reconoció "el papel significativo que desempeñan la Iglesia Católica y el Gobierno español".
Fuertes críticas. Sin embargo, parte de la oposición interna en Cuba y del exilio radical criticaron con fuerza al cardenal Ortega, al señalar que 40 de los presos políticos partieron al exilio en España, mientras el proceso estuvo detenido por meses en los 12 disidentes que no aceptaron emigrar.
Por su parte, Laura Pollán, dirigente de las Damas de Blanco, señaló que la Iglesia “ha jugado muy buen papel, no podemos pedir más en el régimen que existe. En Cuba no hay mejor mediador . El Gobierno nunca ha querido dialogar con la oposición ni la sociedad civil”.
Paralelo a las excarcelaciones, la Iglesia intercedió para lograr la salida de Cuba de un disidente hijo de un dirigente histórico, en el permiso de salida de la familia de Orlado Zapata, preso político que murió en febrero de 2010 tras 85 días de huelga de hambre, y en el cese de hostigamientos de oficialistas contra las Damas de Blanco.