Argelia. aFP Las fuerzas especiales argelinas detuvieron a cinco islamistas del grupo armado que atacó el miércoles una planta de gas a unos 1.300 kilómetros al sureste de Argel, tomando centenares de rehenes, mientras que otros tres lograron huir, informó el canal de televisión Ennahar.
“Cinco terroristas fueron detenidos esta mañana (ayer)” en el complejo de In Amenas cuando las fuerzas especiales continuaban rastrillando el lugar en donde ayer lanzaron una operación final para desalojar a los atacantes, al cabo de cuatro días de una espectacular toma de rehenes”, precisó el medio televisivo.
La población de la ciudad, de 30.000 habitantes, permanecía trancada en sus casas, ayer, al tiempo que las fuerzas especiales seguían haciendo búsquedas en todo el complejo donde realizaron el asalto final ayer.
Las fuerzas argelinas abatieron a 32 secuestradores, según un comunicado del ministerio del Interior, leído ayer ante la televisión estatal, que reportó un total de 23 extranjeros y argelinos muertos. Por otra parte, “685 empleados argelinos y 107 extranjeros” pudieron ser liberados.
Descubren cuerpos. Los cuerpos de otros 25 rehenes extranjeros fueron encontrados ayer por las fuerzas de seguridad argelinas al examinar la planta de gas.
Un funcionario de seguridad, que pidió el anonimato, añadió que los cadáveres estaban tan desfigurados que era difícil distinguir si se trataba de rehenes o agresores.
El ministro argelino de Comunicación, Mohamed Said, había declarado poco antes que la cantidad de víctimas podría ser “revisada en alza” tras un primer balance provisional de 23 rehenes extranjeros y argelinos muertos, además de los 32 extremistas islamistas abatidos por el Ejército.
El primer ministro británico, David Cameron, aseguró en un comunicado que “ahora está claro que este espantoso incidente terrorista en Argelia terminó”.
“Esperamos y tendremos que seguir esperando noticias positivas de Argelia; sin embargo, debemos prepararnos para malas noticias en el futuro”, señaló el director general de Statoil, Helge Lund.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo francés, François Hollande, dijeron que la responsabilidad de las muertes recaía en los “terroristas” que las generaron.