Dharmsala, India. AP El Dalái Lama informó ayer de que abandonará su papel político en el Gobierno tibetano en el exilio y entregará “el poder a un representante electo”.
El líder espiritual tibetano, que hizo este anuncio en el aniversario del levantamiento tibetano de 1959 contra el control chino, dijo que había llegado el momento de devolver la autoridad a un político electo.
Desde hace algún tiempo, el Lama había expresado su deseo de que el gobierno en el exilio, con sede en Dharmsala, India, tuviera más poder, pero en su discurso de ayer expuso un plan formal con los plazos de esa transición, que propondrá reformas a la Constitución para reflejar la voluntad anunciada.
El alcance de este cambio aún no está claro, ya que el papel político del Dalái Lama es ceremonial, un primer ministro electo es el líder formal del Gobierno en el exilio, pero el estatus de Lama supera cualquier otro papel jerárquico.
Los dalái lamas fueron tanto líderes políticos como espirituales en el Tíbet, y el actual retiene un estatus considerado casi como un dios ante sus seguidores.
China lo señala como un separatista que intenta acabar con su control sobre la región del Himalaya.