Cuba considera repatriar a español condenado por muerte de disidente

El jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, mantuvo un encuentro con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez

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Cádiz, España (AFP). Las autoridades de La Habana "están considerando" un pedido de España para devolver a su país al joven político Ángel Carromero, condenado a cuatro años de cárcel por el accidente en que murió el disidente cubano Osvaldo Payá , informó hoy el canciller español.

El jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, mantuvo un encuentro con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, al margen de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores celebrada en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, durante el cual trataron la situación de Carromero, explicó.

"Le transmití a mi colega cubano el interés español en una rápida repatriación de Angel Carromero, y nos han transmitido que están considerando esa posibilidad", dijo García-Margallo en una conferencia de prensa en el Palacio de los Congresos de Cádiz.

El canciller español prefirió no aportar detalles, aunque transcendió que unas de las alternativas sería que La Habana expulsase de la isla al joven político conservador.

Carromero, de 26 años, es dirigente de Nuevas Generaciones, movimiento juvenil ligado al Partido Popular (PP, derecha) español, actualmente en el poder.

El 22 de julio de 2012, Carromero conducía un automóvil alquilado en compañía de dos líderes opositores cubanos, Payá y Harold Cepero, y un activista sueco, Jens Aron Modig, a unos 700 kilómetros de La Habana.

En las afuerzas de la ciudad cubana de Bayamo, el automóvil se estrelló contra un árbol, en un accidente que causó la muerte a Payá y Cepeda, y produjo heridas a Modig.

En el juicio, celebrado el 5 de octubre en Bayamo, Carromero negó que viajara con exceso de velocidad, principal cargo de la acusación, pero reconoció haber perdido el control del automóvil al entrar en una zona en reparaciones de la carretera, lo que provocó un accidente que dijo lamentar "profundamente".

García-Margallo y Rodríguez ya habían discutido la situación de Carromero durante un encuentro mantenido en Nueva York en septiembre coincidiendo con las sesiones de la Asamblea General de la ONU. En ese momento decidieron esperar el fin el proceso legal para retomar las negociaciones.