Río de Janeiro, Washington. EFE. La crisis política que vive Paraguay, donde el Parlamento intenta destituir al presidente Fernando Lugo, puso en marcha esfuerzos diplomáticos para garantizar el respeto a la democracia en se país.
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) decidió enviar una misión de cancilleres a Asunción, con el propósito de analizar la situación.
Los ministros de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Venezuela partieron ayer desde Río de Janeiro hacia la capital paraguaya para ver la crisis.
Fuentes oficiales manifestaron que el canciller de Brasil, Antonio Patriota, llevaba “un mensaje muy fuerte de parte de la presidenta Dilma Rousseff, en contra de lo que está pasando, que para Brasilia es inaceptable” , sobre todo por la decisión del Senado paraguayo de concluir mañana mismo el proceso.
El envío de la misión se decidió en una reunión extraordinaria convocada por los presidentes de los países de la Unasur que aún permanecían en Río de Janeiro para la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20, informaron fuentes oficiales.
Al grupo se unirá en Asunción el exministro venezolano Alí Rodríguez, que la semana pasada asumió el cargo de secretario general de la Unasur.
Patriota explicó que la Unasur acordó actuar en el marco del “espíritu” establecido en la cláusula democrática del bloque, y con el objetivo de garantizar que se respeten la “institucionalidad” y la “democracia” en Paraguay.
Añadió también que exigirá respeto al “derecho a la defensa” del mandatario Lugo.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se expresó en este mismo sentido y manifestó su “firme convicción de que la estabilidad institucional que ha logrado la región debe protegerse, salvaguardando el más pleno respeto al debido proceso, no solo por la forma, sino también por el fondo”.
“Ello implica la debida valoración de las pruebas de la acusación”, subrayó el secretario de la OEA.