México. AP La captura del principal líder del cartel de La Familia reveló las fracturas y líos financieros que enfrentaba hace meses la organización y que llevó al cabecilla del grupo a buscar alianza con sus antiguos rivales de Los Zetas, uno de los grupos más violentos del narcotráfico.
El comisionado general de la Policía Federal, Facundo Rosas, afirmó que en los últimos meses sus problemas financieros eran tales que a veces no tenían para pagar el sueldo de algunos de sus miembros, que llegaba a ser de unos 8.000 pesos (unos $675).
El líder capturado el martes, José de Jesús Méndez Vargas, alias el Chango , asumió el liderazgo del grupo tras la muerte en diciembre del 2010 de Nazario Moreno, entonces el principal jefe, aunque eso llevó a un rompimiento del que surgió otra facción denominada Los Caballeros Templarios.
El responsable antidrogas de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño, dijo que esa fractura desató luchas entre La Familia y Los Caballeros Templarios y llevó a Méndez a buscar alianzas con Los Zetas, uno de los carteles de mexicanos más sanguinarios, para intentar retomar el control total en el estado occidental de Michoacán, su principal bastión.
“Es normal que las organizaciones criminales evolucionen, se debiliten y haya divisiones”, dijo Jorge Chabat, experto en seguridad del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
Para el analista, la aparición de Los Caballeros Templarios muestra el proceso de mutación en que entró La Familia por su debilitamiento, tanto por fracturas internas como por golpes asestados por el Gobierno.