Costarricenses en Illinois prefieren reelección de Obama

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Chicago, Illinois (EE. UU). Alicia Rojas Duarte, una guanacasteca de “pura cepa”, como ella se llama, llegó a esta ciudad como niñera hace 30 años y nunca, ni en sus sueños más locos, se imaginó que algún día tendría la oportunidad de votar en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Después de muchos años de trabajar de día y estudiar de noche, para la ahora maestra de preescolar, viuda de un puertorriqueño y madre de una joven universitaria, la escogencia es muy clara: Barack Obama.

Rojas Duarte opina que Obama merece ser reelegido como presidente porque es quien tiene los mejores planes educativos para los jóvenes. “Nadie como él está ayudando a los latinos para que continúen con sus estudios universitarios”, aseguró Rojas Duarte.

También votaron por Obama, Yamileth Camacho, de 56 años, niñera de oficio, e Hilda Arguedas, de 41 años, encargada de logística internacional en la compañía de pinturas y aerosoles Rust Oleum.

Ambas son oriundas de San José y son residentes en los suburbios de Elmhurst y East Dundee, respectivamente.

Camacho y Arguedas se autodenominan demócratas, pero la primera votó por Obama porque, según sus palabras, es un hombre sencillo, honesto y que sabe tratar muy bien a la gente.

Para Arguedas, en cambio, las razones tienen que ver más con las políticas de gobierno: “Me gusta mucho cómo Obama ha manejado la economía, cómo él ayudó a las empresas de autos a salir de la crisis en que estaban y yo soy 100% feminista, por lo que jamás votaría por Romney”.

La opinión de estas costarricenses, de los aproximadamente 1.600 que viven en Illinois, concuerda con la de la mayoría de los residentes del estado.

James Marroquín, de 43 años y padre de tres hijos, es, sin embargo, uno de los pocos ticos republicanos en Illinois. Exmiembro de la Fuerza Naval de los Estados Unidos durante ocho años, Marroquín reconoció que siempre ha preferido las ideas del Partido Republicano y que aunque no estaba muy convencido de su candidato, Mitt Romney, al final decidió darle el voto para llevarlo a la Casa Blanca.