México. AFP. El nuevo congreso mexicano se inauguró ayer con la recepción del último informe de gobierno del presidente Felipe Calderón, en una legislatura en la que el partido del mandatario electo, Enrique Peña Nieto, tiene mayoría pero necesitará de alianzas para lograr sus objetivos.
El año político mexicano inició cuando el Congreso de la Unión realizó su primera sesión en una ceremonia solemne, a solo un día de que el tribunal electoral declarara al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) presidente electo ante los reclamos del excandidato Andrés López Obrador.
El sexto y último informe de Calderón fue entregado por escrito tres meses antes de que abandone la casa presidencial de Los Pinos.
En la sesión de ayer cada uno de los partidos políticos, sin la presencia del presidente, emitieron posturas sobre el balance de un gobierno marcado por la política de seguridad basada en la ofensiva militar contra el narcotráfico que dejó más de 50.000 muertos en el país.
Los partidos políticos también comenzaron a fijar sus expectativas para el gobierno de Peña Nieto, que tomará posesión el 1 de diciembre por los próximos seis años.
A su vez, integrantes de movimiento Yosoy132 y otras organizaciones civiles difundieron un informe alternativo al que será presentado por el presidente ante el Congreso, en el cual criticaron la política de seguridad contra el narco.
Unas 5.000 personas marcharon desde distintos puntos hacia la Cámara para presentar su informe.
“Hemos visto a un presidente cobarde hablando de valentía, mientras nosotros, la sociedad, ponemos los muertos, los desplazados, los secuestrados, los vejados por las autoridades”, dijo uno de los jóvenes.