Tribunal de Libia condena a muerte a hijo del exdictador Muamar Gadafi

Tribunal de Trípoli impusó la pena capital a ocho personas más

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Trípoli

Un tribunal de Libia condenó este martes a Seif al-Islam, el hijo del fallecido dictador libio Muamar Gadafi, a morir a manos de un pelotón de fusilamiento.

El hijo mayor de Gadafi fue condenado por asesinato e incitación al genocidio durante la Primavera Árabe de 2011 en el país.

La corte de Trípoli condenó a Seif al-Islam, que actualmente está detenido por una milicia que se niega a entregarlo al gobierno central. El tribunal también impuso la pena capital a otras ocho personas.

Entre los condenados a muerte este martes están el antiguo jefe del espionaje libio Abdulá al-Senusi, el jefe de inteligencia extranjera, Abu-Zeid Omar-Dawarda y el ex primer ministro de Gadafi, Baghdadi al-Mahmudi.

Se desconoce si las sentencias del multitudinario juicio a 38 personalidades de la era Gadafi, de las que solo 29 estuvieron presentes, llegarán a ejecutarse. Otras seis personas recibieron una pena de cadena perpetua y cuatro fueron absueltas.

Durante el juicio, Seif al-Islam fue acusado de reclutar mercenarios a los que se les dio nacionalidad libia, planear y ejecutar ataques sobre objetivos civiles desde el aire, formar grupos armados y disparar a masas de manifestantes. Entre los cargos por los que fue condenado estaban incitación al asesinato y a la violación.

El grupo Human Rights Watch, con sede en Estados Unidos, dijo que el juicio estuvo "socavado por serias violaciones de proceso" y pidió una revisión independiente al Tribunal Supremo.

"Las víctimas de los serios crímenes cometidos durante el levantamiento de 2011 merecen justicia, pero esta solo puede ofrecerse a través de procedimientos justos y transparentes", dijo Joe Stork, subdirector de la ONG para Oriente Medio y Norte de África.

Libia se ha sumido en el caos desde el derrocamiento y linchamiento de Gadafi, quien gobernó el país durante cuatro décadas. Ahora sufre agrias divisiones entre el este, donde se han visto arrinconados el parlamento y el gobierno electo, con poco poder sobre el territorio, y el oeste, con un gobierno respaldado por milicias islamistas que han tomado Trípoli.

Desde el final de la guerra civil de 2011, Seif al-Islam está retenido por una milicia en Zintan, que está aliada con el gobierno en Tobruk reconocido a nivel internacional, y enfrentada con el de Trípoli. La corte que lo ha condenado simpatiza con el ejecutivo rebelde. Seif al-Islam también tiene está buscado por la Corte Penal Internacional en La Haya, donde se le acusa de crímenes contra la humanidad.

En Libia, cientos de milicias combaten por el poder y el territorio en un escenario sin leyes que ha propiciado la aparición de traficantes de personas y secuestradores.