Fortaleza.
Los gobiernos de São Paulo y Río de Janeiro dieron marcha atrás ayer en el aumento del transporte bajo presión de grandes protestas en todo el país, incluida Fortaleza, donde manifestantes y policías chocaron al margen del partido Brasil -México (2-0) de la Copa Confederaciones.
Autoridades de ambas ciudades anunciaron la revocación del ajuste de la tarifa de metro, bus, tren y barca anunciada a inicios de mes, el detonante inicial de las mayores protestas en el país en dos décadas.
Otras ciudades como Porto Alegre, Cuiabá, Recife y Joao Pessoa decretaron la reducción de la tarifa esta semana, una de las principales reivindicaciones de los manifestantes, que a sus reclamos de un transporte de mejor calidad y más barato sumaron denuncias contra el gigantesco gasto público en el Mundial de Fútbol y más inversiones en salud y educación.
Las protestas ocurren durante la Copa Confederaciones, un ensayo general del Mundial 2014 que se celebra en seis ciudades del país hasta el 30 de junio.
Violentos choques. En Fortaleza (noreste), quejosos y policías se enfrentaron varias veces con violencia cerca del estadio antes, durante y tras el partido Brasil-México.
Unas 25.000 personas bloquearon por varias horas dos de las cuatro calles de acceso al estadio Castelao, según la policía de tránsito.
En uno de los choques, antes del partido, un grupo intentó traspasar la barrera para llegar al estadio y comenzó a lanzar piedras contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos y balas de goma.
Una persona fue herida en un ojo por una bala de goma y otra fue retirada del lugar en camilla.