Ginebra . AFP y AP. Estados Unidos y Rusia mantenían ayer en Ginebra negociaciones cruciales sobre Siria poco después de que el presidente sirio, Bashar al-Asad, se comprometió a poner su arsenal químico bajo control internacional, si Washington deja de amenazar a su país y de suministrar armas a los rebeldes.
Los cancilleres de Estados Unidos y Rusia, John Kerry y Serguéi Lavrov, prometieron resultados tras su encuentro.
“Vamos a trabajar para llegar a un acuerdo de principio con el fin de resolver de una vez por todas el problema de las armas químicas por medio de la adhesión de Siria a la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas (...). Partimos del principio de que la solución de este problema hace inútil un ataque a Siria”, declaró Lavrov en conferencia de prensa junto a Kerry.
Empero, Kerry no se fió de lo dicho por Damasco. “Estimamos que las palabras del régimen sirio sencillamente no son suficientes, por eso hemos venido aquí, para trabajar con los rusos”,
Lavrov dijo esperar que el encuentro con Kerry permita volver a impulsar la conferencia Ginebra II que desde hace meses la ONU, Washington y Moscú desean organizar para sentar en la mesa de negociación al régimen sirio y a la oposición.
Ambos se reunían poco después de que el presidente sirio, Bashar al-Asad, se comprometió a entregar su arsenal químico y a firmar la Convención contra las Armas Químicas, pero con ciertas condiciones.
“Cuando veamos que Estados Unidos realmente quiere estabilidad en nuestra región y deje de amenazar e intentar invadir, y además deje de suministrar armas a los terroristas, entonces podremos creer que podemos continuar con el proceso”, declaró al canal público ruso Rossia 24.
Disputa por plazo. Al-Asad también indicó que comenzará a brindar información sobre sus armas químicas un mes después de firmar el acuerdo que prohíbe ese tipo de armamento.
El embajador sirio ante las Naciones Unidas, Bashar Ja’afari, afirmó el jueves que le presentó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “el instrumento de acceso” a la Convención de Armas Químicas que hace a su país un integrante pleno del tratado que prohíbe ese armamento.
Farhan Haq, portavoz asociado de la ONU, indicó que, aunque el secretario general recibe con beneplácito el suceso, Siria solo se convertirá en miembro 30 días después de que su instrumento de acceso sea depositado y que la documentación aún está bajo estudio.
Kerry rechazó firmemente un compromiso de Damasco de iniciar un “ proceso estándar ” en el que entregaría información en lugar de armas, y nada de inmediato.
“Creemos que este proceso no tiene nada de estándar en este momento debido a la forma en que el régimen se ha comportado” , expresó. Mantuvo presente la amenaza de una acción militar estadounidense, al advertir de que la entrega de las armas debe ser completa, verificable y oportuna”.
Un portavoz de la delegación estadounidense ante Naciones Unidas, Etin Pelton, declaró que “para ser creíble” la posición siria debía acompañarse de medidas inmediatas para revelar, poner a disposición y eliminar el arsenal químico.
Las negociaciones de Ginebra suponen recuperar la vía diplomática en el conflicto en Siria, que dejó en dos años y medio más de 110.000 muertos, y pretenden evitar una posible acción militar de Estados Unidos y Francia como castigo a la masacre cometida el 21 de agosto.
Naciones Unidas investiga esta matanza y su informe se publicará “probablemente el lunes”, declaró el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius.
Por su parte, el general del Ejército Sirio Libre (ESL, rebeldes), Selim Idris, rechazó el plan ruso por considerarlo insuficiente.
Asimismo, la Coalición Nacional Siria (oposición) calificó la iniciativa de Moscú de “maniobra política destinada a hacer ganar tiempo” a al-Asad.
Según un responsable del Departamento de Estado, Kerry se entrevistó ayer con el general Idriss y el jefe de la Coalición Nacional Siria, Ahmad Jarba, y les aseguró que Estados Unidos no ha descartado totalmente la opción militar.