Reconciliación entre palestinos hunde negociaciones con Israel

Israel, indignado, acusa a Abás de elegir a Hamás sobre la búsqueda de paz

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Jerusalén, Washington. AFP, AP, EFE y redacción El Gobierno israelí acogió ayer con indignación el acuerdo de reconciliación entre los movimientos palestinos Fatá y Hamás , que incluye la formación de un gobierno de transición en cinco semanas y elecciones en el plazo de seis meses.

Fatah

1965 Aparece formalmente, liderado por Yaser Arafat, aunque sus orígenes se remontan a los años 50.

Objetivo Agrupar a la diáspora palestina en la lucha armada contra el naciente Estado hebreo. En los 90 reconoció a Israel y se hizo cargo del gobierno en Cisjordania.

Grupo Acción política, Al Fatah también ha ejercido la lucha armada. En 1995 creó una milicia como contrapeso a grupos islamicos radicales como Hamás y Jihad Islámica.

Hamas

1987 Primeros días de la Intifada (levantamiento) contra el dominio israelí en los territorios palestinos.

Objetivo Se opone a los Acuerdos de Oslo, lucha por expulsar a Israel de suelo palestino y no reconoce la existencia del Estado hebreo.

Grupo Tiene un ala política y otra militar. La primera enfoca su acción en el campo social; la segunda, las brigadas Izzedine al-Qassam, la lucha armada contra Israel.

Inmediatamente después del anuncio, Israel bombardeó la franja de Gaza cuando miles de personas festejaban en las calles el acuerdo entre dos dos grupos palestinos, enemistados desde hace siete años cuando Hamás tomó el control de la franja de Gaza y expulsó de ese territorio a los militantes de Fatá, partido del presidente Mahmud Abás.

Según Hamás, seis personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, en este bombardeo.

Incógnita sobre futuro de paz. Mientras Israel daba por muertas las negociaciones de paz con la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) por este hecho, Washington advertía de que si ese gobierno de unidad palestino no se compromete a respetar la existencia de Israel, puede afectar seriamente las negociaciones de paz.

Cualquier gobierno palestino debe comprometerse “sin ambigüedad” a respetar los principios de no violencia y la existencia de Israel, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, quien reiteró una posición estadounidense de larga data.

“Es difícil prever cómo Israel podría negociar con un gobierno que no cree en su derecho a existir”, agregó. Enfatizó que Estados Unidos está a la vez “decepcionado e inquieto” ante este anuncio.

Estados Unidos y la Unión Europea dan a Hamás la categoría de grupo terrorista por sus constantes ataques al territorio e intereses israelíes. La agrupación, además, se niega a reconocer el derecho de existir de Israel.

Con ellos o conmigo. Acusando a Abás de haber “optado por Hamás y no por la paz”, Israel anunció la anulación de una sesión de negociaciones previstas para ayer miércoles con los palestinos, pero el negociador palestino Saeb Erakat negó que estuviera prevista.

“Dije que Abu Mazen (Abás) debía elegir entre la paz con Israel o el acuerdo con Hamás, una organización terrorista asesina que exhorta a la destrucción de Israel”, afirmó un comunicado del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

“Mientras aún había contactos para prolongar las negociaciones de paz, Mahmud Abás ha elegido a Hamás en lugar de la paz (con Israel). Quien elige a Hamás no quiere la paz”, sostuvo.

Por su parte, Abás aseguró que la reconciliación entre palestinos y las negociaciones con Israel no son incompatibles, y recalcó su compromiso con una “paz justa” basada en el derecho internacional.

“Estamos especialmente comprometidos con el establecimiento de una paz justa basada en una solución de dos Estados, de conformidad con las resoluciones y la legitimidad internacional”, afirmó Abás en un comunicado difundido por la agencia palestina Wafa.

“El acuerdo es plenamente coherente con la iniciativa de paz árabe y los acuerdos de La Meca, Doha y El Cairo, y con la legitimidad internacional y la decisión de la Asamblea General de la ONU, en el 2012, que reconoció al Estado de Palestina como observador dentro de las fronteras de 1967”.

Abás consideró que, además de no haber ninguna contradicción entre uno y otro proceso, la reconciliación “fortalecerá los intereses del pueblo palestino para preservar la unidad de la tierra y del pueblo, y contribuirá a la creación del Estado de Palestina con capital en Jerusalén Este”.

Concluyó su comunicado con un tema espinoso: Jerusalén Este, pues Israel se niega a aceptar que una parte de la ciudad pueda albergar la capital palestina. El Parlamento israelí declaró en 1980 a Jerusalén su capital “eterna, única e indivisible”.

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Una paz huidiza. Aunque ambas partes han insistido en no dar por muerto el diálogo en el cual Estados Unidos funge como mediador, también es cierto que ambos han tomado medidas que no favorecen el proceso.

Israel incumplió en marzo con la última liberación de presos palestinos a la que se había comprometido mientras los palestinos pedían la adhesión a 15 organizaciones internacionales, en busca de ampliar su reconocimiento.

Por otra parte, mientras militantes del grupo Hamás seguían disparando misiles a territorio issraelí, el gobierno de Netanyahu seguía aumentando la construcción en territorios destinados a los palestinos.

Si los palestinos logran poner en marcha su reconciliación y no fracasan como en el pasado, en cinco semanas Abás estaría presidiendo los dos territorios.