Rebeldes golpean el Ejército sirio pese a respaldo de Rusia

22 civiles y varios yihadistas del Estado Islámico murieron en la frontera con Irak

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Beirut. AFP. Los rebeldes sirios infligieron un revés al Ejército, al apoderarse, el jueves, de la única localidad que controlaba en la carretera entre Alepo y Hama, pese al apoyo de la Aviación rusa, de combatientes iraníes y del grupo libanés Hezbolá.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, insurgentes sirios se hicieron del control de Morek, la única localidad en manos de las fuerzas gubernamentales en la autopista entre Alepo y Hama.

Los yihadistas de “Jund a- Aqsa y grupos opositores se apoderaron de Morek tras una violenta ofensiva”, indicó el OSDH. Jund al-Aqsa confirmó en Twitter que había conquistado la localidad.

No obstante, una fuente de seguridad siria relativizó ese triunfo. “Hay combates en los alrededores de Morek y hay infiltraciones, pero los combates siguen y nos estamos ocupando de ello”, aseveró.

Esta derrota de las fuerzas gubernamentales se produce al día siguiente de que reconquistaron una carretera entre Homs y Alepo que estuvo dos semanas bajo control parcial del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, los combates continuaban en el sur y el este de la ciudad y “decenas” de soldados del régimen murieron o resultaron heridos.

Morek cambió varias veces de manos en cuatro años de guerra, pero las fuerzas gubernamentales la reconquistaron en octubre del año anterior.

El 7 de octubre, las fuerzas sirias, con la ayuda de la milicia chiita libanesa del Hezbolá y de combatientes iraníes y afganos, lanzaron una ofensiva con cobertura aérea rusa para arrebatar esa autopista a la rebelión.

Víctimas civiles. En otra zona del país, al menos 22 civiles y varios yihadistas del Estado Islámico murieron, también el jueves, durante ataques aéreos contra posiciones de esa organización en la ciudad de Bukamal, en la frontera con Irak.

Por otra parte, en Arsal, una localidad del este de Líbano, fronteriza con Siria, al menos cinco personas murieron y otras seis resultaron heridas en un atentado suicida contra la sede del Consejo de los Ulemas (sunitas), informó una fuente de seguridad.

Este comité de ulemas sirios se ocupa de temas religiosos y de ayuda a los refugiados que se encuentran en la ciudad. El adjunto del Comité, Omar al-Halabi, figuraba entre los muertos.

La mayoría de los habitantes de Arsal son sunitas partidarios de la rebelión siria contra el régimen de Bashar al-Asad. Los demás son casi todos de confesión chiita, un vivero para el Hezbolá que lucha junto a las fuerzas del régimen de Damasco.

Arsal acoge a decenas de miles de refugiados sirios y en la zona montañosa de la frontera hay bases de la rebelión siria.

El año pasado, los yihadistas se apoderaron brevemente de la ciudad lanzando un ataque desde el lado sirio de la zona y secuestraron a decenas de miembros de las fuerzas de seguridad libanesas.

Desde entonces, cuatro fueron ejecutados y 25 policías y soldados siguen en poder de los yihadistas del Frente al Nosra, el brazo sirio de Al Qaeda, y del grupo EI.

En este contexto, Rusia anunció el despliegue en Siria de sistemas de misiles antiaéreos para proteger a sus tropas, al tiempo que Francia anunciaba el despliegue de su único portaviones, el Charles de Gaulle, para participar en la lucha contra el grupo EI.

Por último, la ONG Amnistía Internacional acusó este jueves al gobierno sirio de beneficiarse de las decenas de miles de desapariciones forzadas en este país en guerra, “a través de un insidioso mercado negro”.