Rebeldes chiitas toman capital de Yemen

Combatientes armados confiscaron este lunes tanques y vehículos blindados del cuartel militar

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Sana,

En un ataque arrollador a la capital yemení, rebeldes chiitas del país arrebataron este lunes casas, oficinas y bases militares a sus enemigos suníes, obligando a muchos a ocultarse y detonando un éxodo de civiles de la ciudad después de una semana de combates que dejó al menos 340 muertos.

Se trata del acontecimiento más reciente en el ataque repentino hawthi, el cual ha ocasionado aún más turbulencia en un Yemen ya de por sí volátil, enfrentando a los rebeldes chiitas contra las fuerzas armadas dominadas por los suníes y sus aliados tribales islamistas.

Los combatientes hawthi fuertemente armados confiscaron este lunes tanques y vehículos blindados del cuartel militar que tomaron.

Además, invadieron la casa de su principal enemigo, el general de división Alí Mohsen al-Ahmar, comandante de la Primera División Blindada, el grupo élite del ejército. Alí Mohsen al-Ahmar es un veterano de varias guerras contra los rebeldes chiíes y huyó obligado a ocultarse, junto con sus seguidores.

Los combatientes también invadieron las residencias de oficiales militares islamistas suníes de alto rango.

Mientras, el enviado de la Organización de las Naciones Unidas a Yemen, Jamal Benomar, lograba mediar un acuerdo este domingo entre los hawthis chiíes y sus enemigos, con lo cual la batalla se apagó.

Sin embargo, los hawthis no hicieron concesiones.

Después de invadir Saná, los hawthis tomaron instalaciones estratégicas y edificios de gobierno claves, aunque afirmaron más tarde que los regresaron a la policía militar del ejército.

Miles de combatientes hawthi -incluidos muchos jóvenes- fueron la única fuerza visible el lunes en las calles de la capital.

Condujeron tanques y vehículos blindados que tomaron de las fuerzas de al-Ahmar, saliendo de la ciudad hacia el norte, probablemente al territorio central de los hawthis en la ciudad de Saada.

Mohamed Abdul-Salam, vocero del grupo, dijo que los rebeldes perseguirán y encontrarán a quienes cometieron violencia contra ellos, indicando la posibilidad de extender los ataques de venganza contra sus adversarios.