Primer ministro de Turquía se resiste a protestas que piden su renuncia

Erdogan denuncia lo que él considera un complot de ‘grupos criminales’

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Estambul. AFP y AP. El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, respondió ayer a las graves acusaciones de corrupción que pesan sobre su gobierno y denunció una vez más lo que él considera es un complot de sus rivales y de la justicia en su contra.

Al día siguiente de una serie de manifestaciones organizadas en una docena de ciudades, principalmente en Estambul y Ankara, para exigir su renuncia, Erdogan se mantuvo inflexible y movilizó ayer a sus partidarios contra los “grupos criminales” que, según él, quieren acabar con Turquía.

En la línea de mira del jefe del gobierno islamo-conservador están los magistrados, que iniciaron una investigación que llevó a detener más de 20 figuras cercanas al poder y la renuncia de tres ministros. “Lastimosamente, algunos magistrados actúan junto a grupos criminales y colaboran con ciertos medios para acusar a personas inocentes”, lamentó Erdogan .

El primer ministro reorganizó esta semana su gabinete y despidió a ministros cruciales después del arresto bajo cargos de soborno de 24 personas, entre las que figuraban hijos de dos exministros.

Además, ha adoptado medidas que, a decir de los detractores, están dirigidas a impedir la investigación, incluida la destitución de funcionarios policiales.

Bajo los aplausos de sus partidarios y cuando faltan tres meses para las elecciones municipales, Erdogan criticó también a los “movimientos, medios y círculos de negocios o políticos (que) orquestaron, desde Turquía, este odioso complot”. Así aludió al predicador musulmán Fethullah Gülen, líder de la cofradía Hizmet, de quien Erdogan sospecha que está detrás de la investigación anticorrupción que ha originado la crisis.

Aliada del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan desde que este llegó al poder en el 2002, esta organización declaró hace poco la guerra al gobierno, opuesta a un proyecto de supresión de algunas escuelas privadas que contribuyen a la prosperidad financiera de la cofradía. “Son organizaciones terroristas. Son piratas. Son una pesadilla para nuestro país”, dijo ayer Erdogan.

El jefe del principal partido de oposición criticó la estrategia de denuncia de Erdogan, la misma que adoptó hace seis meses para contrarrestar las protestas que hicieron tambalear su gobierno.

“El primer ministro protege a aquellos que están implicados en [casos de] corrupción. Esto significa que no es el primer ministro de este país, sino de los corruptos”, sostuvo el presidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kiliçdaroglu.

Renuncias. Tres diputados del partido gubernamental, amenazados de expulsión por haberse pronunciado en favor de la independencia de la justicia, anunciaron su dimisión el viernes.

El nuevo ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, pidió a Ankara que arroje luz sobre las sospechas de corrupción y consideró que esta situación es una “prueba” para la democracia turca.

Las fuerzas de seguridad intervinieron el viernes en la plaza Taksim de Estambul para dispersar a miles de manifestantes que denunciaban la corrupción del gobierno y exigían la dimisión de su jefe.

Según abogados locales, la policía detuvo a 70 personas.