Presidente sirio afirma que solo su pueblo puede decidir sobre futuro del país

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Damasco

El presidente de Siria, Bashar al Assad, afirmó al emisario internacional, Lakhdar Brahimi, que sólo el "pueblo sirio" puede "decidir" sobre el futuro de su país.

Brahimi procura obtener una amplia participación en una conferencia de paz para Siria y se reunió este miércoles en Damasco con el presidente Assad.

La reunión coincidió con la revelación de informes opositores sobre un bombardeo del Ejército sirio en la periferia de Damasco que dejó seis muertos, mientras que varias personas resultaron heridas por el lanzamiento de obuses por los rebeldes en el centro de la ciudad, y otras once murieron en un ataque rebelde a una localidad alauita.

"El pueblo sirio es el único que tiene derecho a decidir sobre el futuro de su país. Cualquier solución o acuerdo tiene que estar avalado por los sirios y reflejar su voluntad, sin injerencias externas", estimó Asad durante la reunión con Brahimi, según la agencia Sana.

"Para que cualquier solución política tenga éxito, hay que suspender el apoyo a los grupos terroristas y presionar a los países que facilitan el tránsito de los terroristas, les dan dinero, armas y apoyo logístico", agregó el mandatario.

Brahimi también se entrevistó con el embajador iraní en Damasco, Mohamad Reza Sheibani, quien declaró a la prensa que "apoya los esfuerzos de Brahimi".

El diplomático argelino llegó el lunes por la noche a Damasco para preparar una conferencia de paz que se espera tenga lugar en Ginebra a finales de noviembre.

Actualmente de gira por la región, el argelino regresó así a Damasco por primera vez en seis meses. Su ausencia se debía a desavenencias con Assad.

Según la agencia Sana, Brahimi dijo que había vuelto para preparar "una conferencia para el diálogo entre las partes sirias" y añadió que "los sirios son los únicos que deben decidir sobre el futuro de Siria".

Brahimi subrayó el carácter sirio de la conferencia, un día después de la publicación de una entrevista en la página web de la revista semanal Jeune Afrique que cayó mal al régimen, dada la intención de Assad de presentarse a las elecciones presidenciales de 2014.

"Lo que nos enseña la historia es que, tras una crisis como ésta, no se puede dar marcha atrás. El presidente Assad puede por tanto contribuir a la transición entre la Siria de antes, que es la de su padre (el anterior presidente Hafez al Assad) y la suya, que yo llamo la nueva República de Siria", afirmó.

Además, su portavoz afirmó que "aprecia el papel del reino saudita para hacer avanzar el proceso de paz y espera que Riad participe en la conferencia de Ginebra-2".

El martes, la prensa libanesa había indicado que Brahimi había criticado "el papel (de Arabia) Saudita, que obstaculiza una solución política".

Tras las declaraciones de Brahimi del martes, la Coalición Nacional de Oposición Siria, que se ha negado a participar en la conferencia si no se pone la renuncia de Assad sobre la mesa, insistió en que "el problema real es el régimen y no puede formar parte de la solución".

El Gobierno de Assad busca "hacer perdurar el conflicto (...) para mantener indefinidamente su poder", denunció, y pidió a todas las partes, incluido Brahimi, "presionar al régimen" para "obligarle a aceptar las demandas del pueblo sirio".

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, que este jueves inicia una visita de dos días a Moscú, está convencido de que sin esa presión "no se hubieran producido avances en el desmantelamiento del arsenal químico sirio, cuya existencia negaba Bashar al Assad".

En una entrevista que publicará este jueves el diario ruso Kommersant, Ayrault considera que el objetivo ahora es que la Conferencia de Ginebra-2 sobre Siria "sea un éxito" que "conduzca a la instauración de un gobierno de transición" con "plenos poderes".