El mayor buque de guerra jamás construido, el portaaviones estadounidense “USS Gerald Ford”, llegó a Oslo, Noruega, la semana anterior por primera vez en 65 años.
Esto provocó tensión desde Rusia, pues Noruega es un país que pertenece a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con la cual los rusos mantienen cierto recelo debido a su claro apoyo a Ucrania en la guerra que se vive desde el febrero del 2022.
El ejército noruego explicó en un comunicado que “la visita y la presencia del grupo aeronaval aportarán (...) una oportunidad única de desarrollar la cooperación y de trabajar más estrechamente con nuestro aliado principal, Estados Unidos”.
¿Por qué protesta Rusia?
La embajada de Rusia en Noruega protestó por la llegada del “USS Gerald Ford”, criticando unas “exhibiciones de fuerza” que consideran “ilógicas y perjudiciales”.
El portavoz de la embajada, Timur Shekanov, declaró: “No hay ninguna cuestión en el Norte que requiera de una solución militar, ni temas que necesiten una intervención del exterior”.
Noruega y Rusia comparten 198 kilómetros de frontera terrestre en el Gran Norte y una larga frontera en el mar de Barents.
El “USS Gerald Ford”, el mayor buque de guerra del mundo, es un portaaviones de nueva generación de 335 metros de largo y un desplazamiento de más de 100,000 toneladas. Es el primero de su tipo y cuenta con propulsión nuclear, capacidad para transportar hasta 90 aeronaves y está destinado a reemplazar gradualmente a la clase Nimitz, que comenzó a entrar en servicio a principios de los años 70.
Además, está equipado con dos reactores nucleares, lo que garantiza una operación a largo alcance y una ventaja táctica.
Ucrania en la OTAN
El secretario general de la Organización, Jens Stoltenberg, admitió que existe una división en la alianza sobre la eventual adhesión de Ucrania y añadió que ignora la respuesta que dará el bloque en una reunión programada para julio, en la que se decidirá el futuro de este país en la organización.
Sin embargo, menciona que todos los miembros de la alianza están de acuerdo en que “la puerta de la OTAN está abierta” y que son la OTAN y Ucrania quienes decidirán “cuándo se podrá sumar. Rusia no tiene (el poder de) veto”.
Por su parte, Rusia considera que la adhesión de Ucrania a la OTAN constituye una amenaza para su propia seguridad nacional. El ingreso de Ucrania a la alianza dejaría a ese país protegido por el Artículo 5 del tratado, que establece la defensa colectiva de los países miembros.