Policía reprime protesta en Brasilia contra Copa Mundial de Fútbol

Manifestantes pretendían llegar al estadio, donde se exhibe el trofeo

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Brasilia. AFP. La Policía dispersó ayer con gases lacrimógenos una manifestación pacífica contra la Copa Mundial 2014, protagonizada por indígenas y miembros de movimientos sociales frente al estadio mundialista de Brasilia.

A solo 16 días del inicio del Mundial 2014 en Brasil, policías del Batallón de Choque lanzaron gases contra cerca de un millar de manifestantes, incluidos niños y ancianos, para impedir que se acercaran al Estadio Nacional Mané Garrincha , que acogerá varios juegos de la competencia.

Algunos manifestantes respondieron lanzando piedras contra alrededor de 500 agentes que rodeaban el estadio.

Poco antes, cerca de medio millar de líderes indígenas de 100 etnias de todo Brasil –incluido un jefe indígena raoni, de 84 años, gran defensor de la Amazonia– subieron al techo del Congreso en reclamo de políticas gubernamentales para sus pueblos.

“Subir al Congreso fue un acto de valor, muestra que somos guerreros y defendemos nuestros derechos”, dijo Tamalui Kuikuru, de la región del Xingú de Mato Grosso (centro oeste).

Los indígenas, quienes llegaron luciendo sus pinturas, plumas, arcos y flechas tradicionales, descendieron pacíficamente del techo del Congreso poco después, recorrieron la gran avenida donde se encuentran los ministerios y luego se sumaron a varios cientos de manifestantes opuestos al Mundial y del Movimiento de los Sin Techo que marchaban hacia el estadio brasiliense.

En el Mané Garrincha se encuentra desde ayer el trofeo de la Copa, que se muestra al público en las ciudades sede antes del torneo.

Otras prioridades. “¿La Copa es para quién? ¡No es para nosotros!”, clamaba poco antes de los enfrentamientos con la Policía un manifestante por un altavoz. “La Copa no la quiero. Quiero ese dinero para salud y educación”.

La manifestación ocurre en un contexto de protestas contra la Copa del Mundo y huelgas en varios sectores a las puertas del Mundial, que se llevará a cabo entre el 12 de junio y el 13 de julio.

Una huelga de choferes de autobuses paralizó el martes Salvador (noreste), una de las 12 ciudades sede del Mundial, y la Policía fue reforzada para garantizar la seguridad de las unidades en circulación.

En Brasilia, los indígenas iniciaron su protesta con rezos tradicionales, al ritmo de sus maracas, en la plaza de los Tres Poderes, flanqueada por los edificios de la Presidencia de la República, el Congreso y la Corte Suprema.

Algunos ancianos usaban humo para “espantar el mal”, según explicaron a la AFP.

“Antes de hacer Copa del Mundo, Brasil debía pensar mejor en la salud, la educación, la vivienda. Vemos manifestaciones de los pueblos: no se gastan tantos millones para un evento que no trae beneficios”, dijo el indígena Neguinho Truká, de la etnia truká de Pernambuco (noreste).

Los indígenas han multiplicado sus protestas en la capital durante el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, a quien acusan de frenar la demarcación de sus tierras ancestrales y de favorecer a los grandes agricultores.

Brasil fue sacudido por manifestaciones en junio , durante la Copa Confederaciones, para reclamar que el gasto público en los estadios fuera redirigido a la salud, la educación y el transporte.

Diversos sectores sociales, de policías a profesores, pasando por los conductores de autobuses, aprovechan la cercanía de la Copa para pedir aumentos salariales y hacer huelga.