Papa rechaza legalizar drogas como vía para reducir consumo

El jefe de la Iglesia sostiene que se debe educar a jóvenes en los valores de la vida

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

Río de Janeiro. AFP y EFE. El papa Francisco rechazó ayer la liberalización de las drogas , impulsada por varios expresidentes en Latinoamérica, y dijo que los problemas conexos que causa el flagelo deben combatirse educando a los jóvenes en los valores de la vida.

“No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”, expresó, tras haber oficiado en la mañana su primera misa pública en el santuario de Aparecida, a 180 km al este de São Paulo.

Más temprano, en la homilía en el mayor santuario de Brasil, el país con más católicos del mundo, el Pontífice argentino, de 76 años, denunció a los “ídolos pasajeros” como el dinero, el poder y el placer.

“Hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer”, afirmó ante más de 200.000 fieles, que se apiñaban en la explanada de la basílica.

Añadió: “Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros”.

Sociedad contra el narco. En relación con el embate de la drogadicción, Francisco puntualizó que este problema “requiere un acto de valor de toda la sociedad”, al aludir implícitamente a los 70.000 asesinados de los últimos seis años en México a raíz de la guerra contra los carteles del narcotráfico, a decenas de miles más en Colombia y Centroamérica, así como a miles en la propia Río de Janeiro.

Dijo que es necesario mirar a los demás con los ojos de amor de Cristo y aprender a abrazar a aquellos que están en necesidad, para expresar cercanía, afecto, amor.

“Pero abrazar no es suficiente, tendamos la mano a quien se encuentra en dificultad, al que ha caído en el abismo de la dependencia, tal vez sin saber cómo, y decirle: ‘puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres’”, subrayó en medio de los aplausos de los presentes.

Junto con ese mensaje de esperanza a los jóvenes drogodependientes, el Papa les advirtió que es imprescindible que deseen salir de esa situación.

“Francisco es el Papa que podría ser tu vecino”, celebró en el patio del hospital el monje franciscano Francisco Pinto, habitante de la favela Rocinha, la mayor de Río.

“El Papa demuestra una gran sensibilidad con todo, sobre todo con los más pobres”, y su discurso en el hospital, “lo cercano que es del pueblo”, declaró el padre franciscano James Girardi, de 45 años.

La Iglesia católica afronta una sangría de fieles en Latinoamérica , mientras asiste al fuerte crecimiento de los evangélicos, así como un aumento del laicismo y de las personas sin religión. El martes, horas antes de iniciarse la misa de apertura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que reunió a cerca de medio millón de personas en Copacabana y fue oficiada por el cardenal de Río, el metro se paralizó por más de dos horas, a causa de un problema eléctrico, y dejó varados a miles de peregrinos.

Pese a su popularidad, el Papa llegó a Brasil en medio de protestas por los altos costos de su visita y de la JMJ, estimados en 53 millones de dólares, que terminaron en violencia el lunes por la noche en Rio de Janeiro.