Beirut. EFE y AFP. La Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora siria, rechazó el miércoles la creación del gobierno de unidad nacional sugerido por el presidente Bashar al-Asad.
“Nosotros queremos la formación de un organismo gobernante transitorio y no un ejecutivo de unidad nacional. Al- Asad no puede tener ningún papel en la transición”, dijo el portavoz de la CSN, Riad Agha.
La Casa Blanca se hizo eco de la posición de los opositores al régimen y dijo que el presidente Bashar al-Asad no debe integrar ningún gobierno provisional de unidad en ese país, devastado por la guerra.
Al-Asad se había mostrado favorable a que “las fuerzas independientes, al igual que las fuerzas de oposición y las que son leales al poder, estén representadas” en un futuro gobierno, según una entrevista con la agencia rusa RIA Novosti.
Hoja de ruta. Según la hoja de ruta fijada por Naciones Unidas, las negociaciones indirectas entre el régimen sirio y la oposición, en curso en Ginebra desde mediados de marzo, deben conducir a la instalación de un órgano de transición en seis meses, la redacción de una nueva Constitución y elecciones legislativas y presidenciales en 18 meses.
El mandatario se enfrenta con una fuerte presión internacional para colaborar con la oposición, a la que ahora Bashar al-Asad propone incluso discutir la composición ministerial de un hipotético gabinete de transición.
Agha destacó que el CSN debería tener “todas las prerrogativas” para gobernar y que es algo que ha sido apoyado por el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, y la comunidad internacional.
“Nuestra postura ha sido clara desde el principio: queremos que el Comunicado de Ginebra sirva de referencia para las negociaciones” de paz, resaltó Agha.
El portavoz hizo así alusión al documento aprobado por las potencias en junio del 2012 en la ciudad suiza, que estipula la creación de un órgano ejecutivo interino, que incluya a miembros del régimen y de la oposición que no hayan cometido crímenes.
“Ni en la Constitución siria ni en la de ningún otro país se prevé algo que se llame órgano de poder de transición. No tiene lógica y es inconstitucional. ¿Cuáles serían las atribuciones de ese órgano? ¿Quién va a poner nota a su trabajo?”, se preguntó al-Asad.
Subrayó que ya existe una Carta Magna y un parlamento que regulan la actividad del Ejecutivo y del Estado. “Por eso, arguyó, la solución es un gobierno de unidad nacional que debe redactar una nueva Constitución”.
En abril se espera que se reanuden las negociaciones indirectas entre las autoridades sirias y la CSN en Ginebra, las cuales han tenido escasos resultados hasta el momento.
En noviembre, una veintena de países con intereses e influencia en los bandos enfrentados acordaron que el poder debe ser transferido a un órgano de gobierno transitorio.
La función de dicho órgano será crear las condiciones para redactar una nueva Carta Magna y organizar elecciones libres.