Buenos Aires
La oposición peronista se fracturó en la estratégica provincia de Buenos Aires pero sin develar aún si la expresidenta argentina Cristina Kirchner, la mayor rival del mandatario Mauricio Macri, se presentará a las elecciones legislativas de octubre.
Se mantiene aún el misterio en torno a si Kirchner (2007-2015), una peronista de centroizquierda, se postulará para senadora o diputada. El plazo de presentación vence el 24 de junio.
Kirchner no pudo acordar, como pretendía, una alianza con su adversario interno Florencio Randazzo, un exministro de Transporte de su gobierno.
En un comunicado oficial, Kirchner le cedió este martes a Randazzo el uso de la sigla Partido Justicialista (PJ, peronista) para los comicios del 22 de octubre, cuando serán renovadas bancas del Congreso.
El kirchnerismo empleará una nueva sigla. Aún no la hizo oficial, pero fuentes políticas aseguran que se denominará Frente Ciudadano para la Victoria.
La fractura implica que la principal oposición a Macri, el PJ y sus aliados, presentarán listas separadas en el distrito de Buenos Aires, que contiene a casi el 40% del padrón nacional de 35 millones de ciudadanos.
Los electores estarán convocados a renovar la mitad de la cámara de diputados y un tercio del Senado en las votación de medio término.
El peronismo tiene mayoría en ambas cámaras.
Desde que asumió en diciembre de 2015 con la primera alianza centroderechista triunfante en la historia del país, Macri logró el respaldo táctico de gobernadores provinciales, sindicalistas y legisladores peronistas que abandonaron paulatinamente al kirchnerismo, como es el caso de Randazzo.
Randazzo está desafiando el liderazgo de Kirchner en el PJ. La exmandataria consideró que era conveniente para la oposición evitar una lucha entre ambos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto y por lo tanto impulsó la división.
El PJ es la sigla que sirvió al fundador del partido, Juan Perón, para gobernar tres veces el país. También la empleó Carlos Menem para su gobierno derechista en la década de los años 90.
El movimiento peronista dio un giro hacia la centroizquierda con las presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y de su viuda, Cristina Kirchner.