Damasco y Nueva York. AFP. La ONU se mostró este lunes “horrorizada” por el último ataque aéreo del régimen sirio, que dejó casi 100 muertos en un mercado cerca de Damasco, uno de los más mortíferos desde el inicio de la guerra, en el 2011.
El ataque que se produjo el domingo en Duma , principal bastión rebelde de la región de Damasco, fue también condenado por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Tuvo lugar en la misma zona y casi dos años después de un bombardeo con armas químicas que Occidente y la oposición atribuyeron al régimen del presidente Bashar al-Asad.
Una serie de golpes aéreos del régimen impactaron, el domingo, un mercado muy concurrido del centro de Duma, 13 kilómetros al noreste de Damasco y bajo control insurgente desde hace casi tres años.
“El balance ha subido a 96 muertos, entre ellos al menos dos mujeres y cuatro niños”, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el cual destacó que el número de víctimas podía aumentar, dado el estado crítico de muchos heridos.
Al menos 240 personas resultaron heridas, según la misma ONG, con sede en Reino Unido y que cuenta con una amplia red de fuentes sobre el terreno.
El lunes, los aviones del régimen volvieron a atacar en cuatro ocasiones la misma localidad.
Un fotógrafo de la AFP presente en el lugar pudo comprobar que muchos deudos que intentaban llegar al cementerio para enterrar a sus muertos no lograban hacerlo a causa de estos ataques.
Tras los bombardeos, vio a habitantes de la ciudad transportando, en medio de la desesperación, a numerosos heridos a un hospital improvisado. A falta de espacio, numerosos cadáveres yacían alineados en el suelo cubierto de sangre e inclusive en el exterior del hospital. Numerosos niños, cubiertos de sangre, lloraban y gritaban de dolor.
Un video colgado en línea por militantes mostraba vehículos calcinados en medio de escombros y numerosas fachadas de edificios derrumbados.
El enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, juzgó “inaceptable para un Gobierno matar a sus propios ciudadanos, cualesquiera sean las circunstancias”, según un comunicado.
“El bombardeo del Gobierno ayer (domingo) sobre Duma fue devastador, los ataques contra zonas civiles con el lanzamiento a ciegas de bombas aéreas, tales como las incendiarias, están prohibidos por el derecho internacional”, añadió.
Por su parte, el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Stephen O’Brien, de visita en Damasco en el momento de los ataques, se mostró “horrorizado por la falta total de respeto que se muestra para con las vidas de los civiles en este conflicto”.
El funcionario, que realiza su primera visita a Siria, se manifestó “aterrado” por el balance de víctimas en Duma.
O’Brien había acudido a Damasco para evaluar las necesidades humanitarias de Siria, un país con más de 7,6 millones de desplazados internos y 422.000 civiles asediados por los beligerantes, según Naciones Unidas.
“Es una masacre deliberada”, afirmó, por su lado, Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
“Se trata de la barbarie primaria, del odio contra el hombre”, afirmó el jefe de esta coalición en el exilio, Jaled Joja, denunciando indirectamente la complicidad en particular de Rusia e Irán con el régimen de Asad.
Horas después de conocerse este hecho, el Consejo de Seguridad de la ONU respaldó el lunes un nuevo plan de paz en Siria , que recibió el espaldarazo unánime de sus 15 miembros.
Se trata del primer plan político concerniente a ese conflicto, en el que se ponen de acuerdo todos los países miembros del Consejo, incluida Rusia, que en el pasado vetó otras resoluciones.
Para el embajador francés ante Naciones Unidas, Alexis Lamek, el acuerdo es “histórico”.
La iniciativa de paz, que debería empezar en setiembre, implantaría cuatro grupos de trabajo para abordar asuntos relacionados con seguridad y protección, lucha contra el terrorismo, asuntos políticos y legales, y reconstrucción.
El Consejo pidió que todas las partes trabajen para poner fin a la guerra “lanzando un proceso liderado por Siria que lleve a una transición política que cumpla las aspiraciones legítimas del pueblo sirio”.
La transición incluye “el establecimiento de un cuerpo de gobierno de transición inclusivo con poderes ejecutivos plenos, formado sobre las bases del consenso mutuo y que garantice la continuidad de las instituciones gubernamentales”.
El Consejo expresó una “alarma grave (porque) la crisis siria se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria en el mundo en la actualidad”, con al menos 250.000 muertos y 12 millones de desplazados.