Al menos ocho personas murieron hoy y dieciocho resultaron heridas en un doble atentado suicida registrado en un edificio gubernamental al norte de Bagdad, informaron a Efe fuentes policiales.
Los suicidas detonaron los cinturones explosivos que llevaban adosados al cuerpo en el interior de la sede administrativa de la localidad de Taramiya, 30 kilómetros al norte de la capital.
Entre los fallecidos hay dos policías, según las fuentes, que no descartaron un aumento de la cifra final de víctimas debido a la gravedad de muchos de los heridos.
Las fuerzas de seguridad han cercado la zona y prohibido la circulación para evitar nuevos ataques y facilitar el traslado de los heridos a los hospitales.
Irak vive un repunte de la violencia sectaria y de los atentados terroristas, que tienen como principales blancos a las fuerzas de seguridad y a la comunidad chií.
Un total de 948 personas, la mayoría de ellas civiles, murieron durante el mes de noviembre en actos de violencia en Irak, según cifras presentadas el primero de este mes por el Gobierno iraquí.