Nuri al Maliki cede cargo a nuevo primer ministro de Irak

Primer ministro saliente renunció a su objetivo de revalidar un tercer mandato y dio vía libre a Haidar Abadi

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Bagdad.

El primer ministro saliente de Irak, Nuri al Maliki, renunció este jueves a su objetivo de revalidar un tercer mandato, con lo que deja vía libre al nuevo primer ministro, Haidar al Abadi, quien ahora deberá enfrentarse a la ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico (EI).

Así, tras el rompimiento del cerco de los yihadistas en el monte Sinjar, la crisis en Irak parece reconducirse en el plano político. Al Maliki, quien aspiraba a un tercer mandato, renunció a su objetivo en favor de Abadi. Su decisión fue saludada por Estados Unidos y la ONU.

"Anuncio hoy ante ustedes la retirada de mi candidatura en favor del hermano Haidar al Abadi", declaró Maliki en una comparecencia conjunta con su sucesor.

Un portavoz del primer ministro saliente confirmó poco antes que éste retiraría también la demanda interpuesta contra el presidente de Irak, Fuad Masum, por encargar al nuevo primer ministro formar gobierno.

Al Maliki ya no contaba con el apoyo ni de Washington, que instó a Abadi a formar un gobierno de unidad nacional, ni del influyente clérigo chiita, el ayatolá Ali al Sistani, y tampoco de Irán.

Los países occidentales buscan la formación rápida de un gobierno de unidad que haga frente a la fulgurante ofensiva lanzada el 9 de junio por el EI, que proclamó un "califato" en los territorios bajo su control en Irak y en Siria.

Este viernes, el representante especial de la ONU en Bagdad, Nickolay Mladenov, saludó la decisión de Maliki, que calificó de "paso histórico" para Irak.

"La decisión de Al Maliki de permitir la formación de un nuevo gobierno sin más retraso demuestra una dimensión de estadista y un compromiso con el proceso democrático y la Constitución", consideró en un comunicado. "Esto permitirá dar otro paso histórico: una transición pacífica de gobierno en un país que ha sufrido tantas matanzas y violencia".

Una valoración similar hizo la Casa Blanca, el jueves en Washington, señalando también "un gran paso adelante" para el país. Aplaudiendo la decisión de Al Maliki, Susan Rice, consejera de seguridad nacional del presidente Obama, subrayó que el nuevo primer ministro, Haidar al Abadi, recibió mensajes de apoyo "del mundo entero".

"Es alentador y esperamos que esto permita situar a Irak en una nueva vía y unir a su pueblo contra la amenaza que representa el Estado Islámico", agregó Rice.

El factor islámico

Desde el 8 de agosto, Washington apoya a las fuerzas iraquíes y kurdas en su lucha contra los yihadistas con bombardeos en el norte del país, que lograron romper el asedio del EI en el monte Sinjar, donde se refugiaban miles de personas, anunció el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

"La situación en las montañas mejoró. Hemos roto el asedio del EI en el monte Sinjar y hemos salvado muchas vidas inocentes", aseguró Obama, quien precisó que el ejército estadounidense continuará los ataques aéreos contra los yihadistas en el norte iniciados el 8 de agosto. "No creemos que haya otra operación para evacuar gente de la montaña y por eso es poco probable que necesitemos continuar los lanzamientos de ayuda humanitaria hacia la montaña".

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) estimó hace algunos días en decenas de miles el número de desplazados en el monte Sinjar, en su mayoría de la minoría kurdohablante de los yazidíes.

No obstante, el Pentágono indicó este jueves que entre unos 4.000 y 5.000 yazidíes, considerados como "adoradores del diablo" por los yihadistas, se encontraban actualmente en las montañas, si bien unos 2.000 podrían vivir allí, según las estimaciones de soldados estadounidenses.

Desde hace una decena de días, los yihadistas han avanzado hacia la región autónoma del Kurdistán iraquí, lo que ha provocado la huida de decenas de miles de miembros de las minorías cristiana y yazidí en sus ciudades, en Sinjar y en Qaraqosh, que cayeron en manos del EI. Los peshmerga (combatientes kurdos) intentan frenar su avance.

En la ciudad kurda de Dohuk, varios de los desplazados, que encontraron refugio después de huir vía Siria, narran lo sucedido en sus pueblos, tras la llegada de los yihadistas, quienes expulsaron a los yazidíes, mataron a los jóvenes y secuestraron a las mujeres.

"Decían a la gente que o abrazaban el islam, su islam, o morirían", explica Hamid Kurdo, quien precisa que les dieron 72 horas para elegir.

La comunidad internacional intensifica por su parte sus esfuerzos para entregar ayuda humanitaria -agua potable, víveres y material médico- a las personas desplazadas en el noroeste del país, así como armas y material a las fuerzas kurdas.

Tras Estados Unidos, Francia anunció que entregaría "armas sofisticadas" en las próximas horas y Londres aseguró que transportaría las de terceros países.

Gran Bretaña, por su parte, examinaría "favorablemente" la posibilidad de proporcionar armas a los kurdos.

"Si nos llega una demanda de los kurdos, la examinaremos favorablemente y estaremos abiertos a esta eventualidad", señaló el portavoz de la oficina del primer ministro David Cameron.

Asimismo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene previsto el viernes acordar medidas contra los yihadistas en Irak y en Irak, mientras que los jefes de la diplomacia de la Unión Europea abordarán ese mismo día en Bruselas en una reunión de emergencia el conflicto en Irak.