Miles de evacuados en inundada Suramérica

Uruguay, el país más afectado, debió evacuar a 144.000 personas en riesgo

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Concordia, Argentina AP, EFE, AFP Decenas de miles de personas en varios países suramericanos están pasando la temporada navideña en albergues luego de ser desplazados de sus hogares por intensas inundaciones, mientras sufren, además, por el calor, insectos y agua corriente contaminada.

Los desbordamientos, causados por fuertes aguaceros y ríos crecidos, llegan al inicio del verano en el hemisferio sur, locual significa que los desplazados deberán lidiar –además del calor– con mosquitos y serpientes que proliferan en condiciones húmedas.

Lugares como Concordia, una ciudad a 425 kilómetros al norte de Buenos Aires, se han visto particularmente afectados. En algunas casas, el agua llegaba hasta los techos y las personas han tenido que usar canoas para desplazarse.

“El agua está contaminada y los bichos están por todos lados. No sé cuándo vamos a poder volver a la casa”, dijo Josefina Monsón, una argentina de 33 años, que ha estado albergada en una escuela en Concordia, junto con su esposo y sus dos hijas menores desde vísperas de Navidad.

Sin hogar. No queda claro qué hallarán las personas cuando bajen las aguas y regresen a sus casas. Al menos 20.000 personas han sido evacuadas en Argentina. La vecina Paraguay ha sido la más afectada, con seis muertos y 144.000 evacuados, la mayoría en áreas cercanas al río Paraguay. Otras miles han sido desplazadas en Uruguay y el sur de Brasil.

En Brasil, donde hay 40 municipios afectados, 12 ya declararon estado de emergencia y 15 registran familias que tuvieron que ser auxiliadas y acomodadas en escuelas y gimnasios públicos.

El número de familias perjudicadas por las lluvias subió a 2.329 este lunes y el de familias evacuadas llega a 2.000.

El fin de semana los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y Dilma Rousseff, de Brasil, recorrieron zonas afectadas y anunciaron medidas para ayudar a las personas a recuperarse y reconstruir sus viviendas.

Los meteorólogos atribuyen las fuertes lluvias al fenómeno El Niño, el cual ocurre cada pocos años cuando el océano Pacífico se calienta alrededor del ecuador.

Aunque las lluvias habían disminuido en muchas áreas el lunes en la tarde, se prevén más precipitaciones para los días siguientes.

La crecida del Río Uruguay se detuvo, pero pasará un mes hasta que los evacuados argentinos puedan volver a sus casas.

Deforestación. “El aumento de las precipitaciones y la significativa pérdida de cobertura boscosa en Argentina, Brasil y Paraguay, que están entre los diez países con más deforestación de todo el mundo, no permitió la natural absorción del agua”, dijo la entidad ambientalista Greenpeace.

El foco más grave de avance de las aguas se ubicó en las áreas ribereñas cercanas a Asunción, la capital paraguaya.

Una advertencia para el futuro inmediato lanzó este lunes el gobernador de Entre Ríos (Argentina), Gustavo Bordet, al afirmar que, a pesar de que la situación tiende a normalizarse, “si vuelve a llover como en días pasados vamos a estar complicados”.

El experto en agroclimatología, Eduardo Sierra, dijo que “el proceso actual consiste en un Niño fuerte y se está manifestando con mucha energía en (las provincias de Argentina) Misiones y Corrientes, más el este de Paraguay y sur de Brasil”.

En Argentina, según la Secretaría de Ambiente, entre 2007 y 2014 se deforestaron más de dos millones de hectáreas, de las que 620.000 eran bosques protegidos.

“Entre Ríos perdió más de 85.000 hectáreas de bosques nativos. Concordia vive su peor inundación en 50 años”, añadió Greenpeace.

Enrique Cresto, alcalde de Concordia, reconoció este fenómeno al afirmar que “siguen las deforestaciones en el norte y cada milímetro de agua que cae, va directamente a los ríos porque no hay tierra que la absorba”.