Michelle Bachelet trata de enderezar el rumbo ante golpe de crisis

La presidenta ha perdido credibilidad por escándalo que involucra a un hijo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

Santiago. AP y AFP. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, prepara una reestructuración del gabinete en un intento por sortear una crisis de credibilidad por escándalos de corrupción que han llevado el apoyo a su gestión a apenas 29%.

El miércoles en la noche, la gobernante anunció, en un programa de televisión con el popular animador Don Francisco, que había pedido la renuncia de todo su gabinete y que se tomaría 72 horas para decidir quiénes serán parte de su equipo.

Hasta ayer, solo se conocía la ratificación del ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, en momentos cuando Chile enfrenta una demanda de Bolivia por una salida soberana al océano Pacífico, en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

“Les pedí [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150507_0012]]la renuncia[[END:INLINEREF]] a todos mis ministros. Me tomaré 72 horas para saber quién se queda y quién se va”, dijo Bachelet con la voz entrecortada, tras semanas de tensión por los ecos del escándalo por el millonario negocio de especulación inmobiliaria que concretaron su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y su nuera, Natalia Compagnon .

A la pareja la investigan en la esfera judicial por tráfico de influencias y uso de información privilegiada.

“Ha sido duro por el caso mismo y porque la gente no me creyó”, dijo la mandataria en el programa, donde por primera vez enjuició públicamente la actuación de su hijo, que fue “imprudente”.

Golpe de timón. Bachelet intentará, con el ajuste en el gabinete, “dar un golpe de timón”, pero para ello deberá hacer “una cirugía mayor” que implicaría sacrificar al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, considerado el “hijo político” de la mandataria.

Peñailillo quedó inmerso en la borrasca tras revelarse que está involucrado en un caso de financiamiento irregular de la actividad política , que salpica a decenas de opositores y de miembros del Gobierno, por medio del uso de boletas por servicios no prestados a grandes conglomerados económicos, como el grupo Penta y la minera Soquimich.

El caso, por el que están bajo arresto domiciliario dos gerentes de Penta y el ex gerente general de Soquimich, agudizó la crisis de desconfianza política en el país.

Para la renovación, Bachelet podría recurrir a políticos experimentados de su coalición o dar paso a caras nuevas.

“La presidenta tiene dos alternativas: recurrir a la antigua guardia de la Concertación (la coalición gobernante), o asumir una estrategia distinta llamando al gabinete a gente que tiene menos experiencia política, pero con la hoja de vida limpia”, manifestó Mauricio Morales, de la Universidad Diego Portales.