México investiga posible fraude con 60 cadáveres en crematorio

Cuerpos estaban en descomposición y preparados para ser incinerados

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Acapulco, México. AP, AFP y EFE. Las autoridades mexicanas investigan si el hallazgo ayer de 60 cuerpos en descomposición y preparados para la incineración, conforman un fraude de parte del dueño de un crematorio abandonado.

El macabro descubrimiento del sitio , en una carretera cercana a la ciudad turística de Acapulco, se hizo luego de que vecinos se quejaron de malos olores, dijo el fiscal del estado de Guerrero, Miguel Ángel Godínez.

El hallazgo despertó temores en México de que pudiera tratarse de un nuevo caso de aparición masiva de víctimas de la violencia de los carteles del narcotráfico, pero la Fiscalía parecía inclinarse por la hipótesis de un fraude por parte del dueño del crematorio, que dejó de operar hace un año y había dejado de pagar impuestos hace tres años.

Acapulco, antaño un legendario destino de vacaciones de estrellas de Hollywood, es una de las ciudades más violentas de México, pero las autoridades dijeron ayer que no tenían indicios de participación del crimen organizado en el caso en mención.

El estado de Guerrero ha estado en el primer plano de la atención, sobre todo después de la desaparición de 43 estudiantes de educación –en setiembre del año anterior– en la ciudad de Iguala.

No hubo incineración. De acuerdo con el fiscal Godínez, las investigaciones apuntan a “un posible fraude por parte del dueño del inmueble hacia las personas que pensaban que iban a ser quemados los restos de sus familiares”.

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Se sospecha que el negocio, “cerrado desde hace un año por quiebra o fraude”, podría haber dado cenizas falsas a los familiares de las personas que eran llevadas para ser incineradas, añadió.

El fiscal pidió la colaboración de autoridades federales y de Interpol para localizar a Guillermo Estua Zardain, dueño del negocio Cremaciones del Pacífico, emplazado cerca de la zona turística de Acapulco.

En el crematorio, donde había un horno oxidado para incineraciones, fueron descubiertos cuerpos sobre camillas tapados con sábanas manchadas de sangre y cubiertos con cal.

Otros cadáveres yacían apilados envueltos en sábanas, dijo un mando de la policía estatal.

“Existen cadáveres de hombres, mujeres y niños, los cuales estaban correctamente embalsamados y listos para la cremación”, señaló Godínez.

Cabos por atar. Las autoridades aún tienen que dilucidar las causas de las muertes y las fechas. Los cuerpos “sin duda están en estado de descomposición”, reiteró el funcionario.

La Fiscalía informó de haber solicitado a las funerarias los contratos celebrados con el crematorio y los expedientes de las personas que enviaron desde el 2013 a la fecha “para determinar el tipo de persona, sexo, nombre y pueda realizarse la identificación y la comparación genética” .

Investigadores y peritos trabajaron para levantar los cadáveres y trasladarlos al Servicio Médico Forense de Acapulco, adonde el viernes llegaron personas angustiadas que habían entregado cuerpos a ese crematorio.

“Vi encendido el horno y vi a mi madre ahí tendida, pero nunca vi que la hayan metido”, rememoró David Jaimes, que contrató los servicios de Cremaciones del Pacífico hace nueve meses.

Agregó: “Con mis hermanos hicimos memoria y nos acordamos de que el señor que estaba ahí nos decía 'si quieren, ‘váyanse porque es peligroso este lugar’, y nos retiramos. Pero jamás vimos que haya entrado el cuerpo”.

Karina García también se presentó afligida por las dudas de si su padre fue o no incinerado por la empresa, a la cual –según aseveró– pagó entre $400 y $470 en diciembre del 2013.