Más de 190.000 muertes luego de tres años de guerra civil en Siria

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Damasco. AFP. Más de 190.000 personas han muerto en tres años de guerra civil en Siria, de acuerdo con el último balance d e la ONU, que denunció la “parálisis internacional” para poner fin a ese conflicto en el que los yihadistas han pasado a ocupar el primer plano.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnur) registró 191.369 casos documentados de personas que fallecieron en Siria entre marzo del 2011 y finales de abril del 2014, lo que supone “más del doble” de los 93.000 casos registrados hace un año.

“Es una cifra horripilante, pero nadie le presta atención”, lamentó Rupert Colville, un portavoz de la ONU, al presentar el viernes el nuevo informe sobre Siria. Además, manifestó que cada mes se registran “entre 5.000 y 6.000” muertos (unos 180 al día), en una guerra cada vez más compleja y multiforme para la que no se vislumbra final.

En este conflicto, que comenzó con protestas pacíficas contra el régimen de Bashar al-Asad que fueron duramente reprimidas y acabaron llevando a las armas, irrumpieron los yihadistas del grupo islamista radical del Estado Islámico (EI), que amenazan los bastiones de la rebelión moderada, e intentan arrebatarle al régimen su último resquicio en la provincia septentrional de Raka.

Para su recuento, la ONU empleó datos procedentes del Gobierno sirio (hasta finales de marzo del 2012), del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (hasta finales de abril del 2013), del Centro Sirio para las Estadísticas y la Investigación, de la Red Siria de Derechos Humanos y del Centro de Documentación y Violaciones.

La mayor cifra de muertes documentadas por la ONU que, como en informes anteriores, no pudo establecer una distinción entre combatientes y no combatientes, se registró en la periferia rural de Damasco (39.393), seguida de Alepo (31.932).

Por el momento se ha documentado la muerte de 8.803 menores de edad, de los que 2.165 eran niños de menos de 10 años.

Este informe de la ONU se publicó un día después del primer aniversario de un ataque químico que dejó cientos de muertos cerca de Damasco, y del que régimen y oposición se acusan mutuamente.

La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, denunció en un comunicado que el sufrimiento del pueblo sirio “no genere más atención”.

Pillay lamentó también que el Consejo de Seguridad de la ONU, paralizado por las divisiones entre Estados Unidos, que apoya a la oposición, y Rusia, que se posiciona junto al régimen, no haya conseguido llevar este caso ante la Corte Penal Internacional (CPI), ante las “serias alegaciones” de crímenes de guerra y de lesa humanidad.

“Los asesinos, los destructores y los torturadores en Siria e Irak fueron animados y alentados por la parálisis internacional”, sostuvo Pillay.

El EI, que anunció a finales de junio el establecimiento de un califato, siembra el terror en los territorios que controla en Irak y en Siria con crucifixiones, lapidaciones, flagelaciones y decapitaciones como la del periodista estadounidense James Foley el martes.