¿Por qué premiar un movimiento civil en Túnez?
Hemos decidido conceder el premio al Cuarteto para el Diálogo Nacional tunecino porque tuvo una contribución decisiva en la edificación de una democracia plural en Túnez (...). En un momento en que el proceso de democratización corría el peligro de hundirse totalmente, estas cuatro organizaciones (el sindicato UGTT, la patronal UTICA, la Liga Tunecina de Derechos Humanos y la Orden de Abogados) formaron el cuarteto, que actuó al unísono con su autoridad moral para proteger y alentar los progresos.
¿Está usted satisfecha de la situación actual de Túnez?
Túnez (...) por supuesto enfrenta desafíos políticos significativos en los ámbitos de la política, la economía y la seguridad. Por eso es tan importante y oportuno resaltar lo que se ha hecho en Túnez por oposición a otros países y (...) ayudar a salvaguardar estos resultados positivos y, espero, inspirar otros desarrollos positivos en el país.
¿Cree usted que sea necesario el diálogo entre todas las fuerzas políticas, incluso cuando son extremistas o fundamentalistas desde un punto de vista religioso?
Lo que vimos en Túnez es que partidos islamistas (...) lograron sentarse, dejar de lado algunas de las cosas que exigían, por ejemplo, en la Constitución, escuchar a los demás, ponerse de acuerdo, encontrar un consenso que terminó por garantizar los derechos fundamentales de todo el mundo en Túnez, incluidas las mujeres (...). Eso fue, por tanto, un ejemplo muy, muy importante. Es posible hacerlo si se tiene la voluntad (...). Se hizo y puede ser imitado si las personas que componen los diferentes movimientos políticos, ya sean islamistas o laicos, tienen la voluntad de cooperar en el interés del pueblo.
”Hacer la guerra no sirve el interés del pueblo. Privarlo de democracia, de derechos fundamentales, crea refugiados y no ciudadanos deseosos de respaldar a su propio país”.