Juan Manuel Santos busca concretar un cese del fuego con guerrilla de las FARC

Según ministro del Interior, hostilidades podrían acabar antes de un acuerdo de paz

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Bogotá. AP y EFE. El presidente Juan Manuel Santos ordenó a sus negociadores en La Habana discutir un alto el fuego bilateral y definitivo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Durante un mensaje por televisión, el miércoles por la noche, Santos dijo que pidió a su equipo iniciar “lo más pronto posible la discusión sobre el punto del cese de fuego y hostilidades bilateral y definitivo”.

“Les he dado instrucciones a los negociadores para que inicien lo más pronto posible la discusión sobre el punto” y destacó que hasta ahora las FARC han cumplido la pausa de hostilidades que declararon el 20 de diciembre.

Según Santos, el 2015 será un año trascendental para Colombia porque “puede ser el año en el que termine el conflicto armado” , pero advirtió de que aún “falta lo más difícil”, en referencia a los puntos en discusión: derechos de las víctimas y fin del enfrentamiento de 50 años.

Baja intensidad. Santos aseguró que mientras llega el momento de la firma de la paz, su gobierno procura bajar la intensidad del conflicto armado.

No obstante, el general Óscar Naranjo, otro de sus hombres fuertes en materia de seguridad, dijo ayer que aunque se trabaja en una desaceleración del conflicto, el Ejército no tiene orden de detener bombardeos.

Las FARC recibieron con “beneplácito” el anuncio de Santos, pero reiteraron sus críticas al presidente por continuar las acciones contra la guerrilla. Según las FARC, no se debe “dilatar más el inicio de las discusiones” sobre el fin de la contienda.

Sacrificios por venir. El anuncio de Santos, de comenzar a negociar el cese del fuego bilateral, supone un reto psicológico para sus compatriotas, que empiezan a asimilar que la recta final del proceso de paz traerá las decisiones más difíciles de aceptar.

El mensaje llega tras la orden de “acelerar el diálogo” con las FARC que el mandatario dio a sus negociadores el 5 de enero , el último ejemplo de que piensa cumplir este año con la promesa que le aseguró la reelección en 2014: acabar con 50 años de guerra.

La negociación, que arrancó en noviembre del 2012 a partir de una agenda de cinco puntos, ya ha alcanzado preacuerdos sobre los tres primeros apartados, referidos a la propiedad de la tierra, la participación política y las drogas ilícitas.

Por delante quedan polémicos puntos, como el reconocimiento e indemnización de las víctimas de ambas partes, que van a traer elementos difíciles de digerir para la población, cuyo apoyo es ahora esencial para Santos.

Por eso, en opinión de Ariel Ávila, analista de la Fundación Paz y Reconciliación, la alocución del miércoles es la prueba de que Santos “está comenzando a preparar el terreno para una serie de cosas que se vienen encima en esta fase”.

Este investigador comentó que lo importante no es el inicio de las negociaciones sobre el cese el fuego bilateral, sino que la opinión pública empiece a escuchar conceptos que son impopulares.

A esta descripción se ajustan varios temas que el país tendría que “aceptar” si quiere alcanzar la paz, ninguno de ellos fáciles.

“ Primero el tema del cese bilateral. En tres o cuatro meses vamos a tener cese el fuego bilateral porque el proceso de paz está muy maduro”, aseguró este analista, que alerta sobre el coste político que esta medida puede tener para el Gobierno si no es ampliamente respaldada por la sociedad.

Dejar de perseguir a la guerrilla sin haber firmado la paz no es la única decisión difícil que tendrá que asimilar la gente.

“Por ejemplo, también está la casi nula cárcel que enfrentarán los guerrilleros, y Santos comienza a preparar a la sociedad para eso diciendo lo del cese bilateral. Él lo tiene que anunciar de alguna forma”, afirmó.

Tener el respaldo de la sociedad será decisivo para sacar adelante el proceso de paz y para ganar las elecciones municipales y regionales este año.