Hamás está dispuesto a sostener otro pulso bélico con Israel

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Gaza, Territorios Palestinos. AFP. El grupo islamista Hamás dijo el viernes que no quiere la guerra, pero prometió combatir las incursiones israelíes en la franja de Gaza, escenario –desde el miércoles– de enfrentamientos entre palestinos e israelíes.

La franja de Gaza, gobernada por Hamás, vive los enfrentamientos de mayor gravedad desde la guerra del verano boreal del 2014 en este enclave palestino. El conflicto terminó con un frágil alto el fuego.

Israel llevó a cabo este viernes nuevos bombardeos aéreos contra el enclave, en respuesta a tiros de mortero de Hamás contra sus soldados en la frontera.

“No llamamos a una nueva guerra” declaró el jefe de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, durante el rezo musulmán semanal.

De acuerdo con Haniyeh, el Ejército israelí penetra dentro del territorio de Gaza “pretextando buscar túneles”.

Los aviones israelíes bombardearon inicialmente Beit Lahya, en el norte, y más tarde, varias posiciones en el sur, de acuerdo con testigos.

Según el Ejército israelí, solo hubo una operación contra una posición de Hamás, en respuesta a los disparos de mortero palestinos.

Los soldados israelíes fueron blanco desde el miércoles de más de una decena de disparos de obuses palestinos, según un recuento del Ejército.

En la frontera, los militares tratan de descubrir túneles a través de los cuales los combatientes palestinos podrían infiltrarse en Israel.

Los enfrentamientos dejaron de momento un muerto, una palestina de 54 años abatida el jueves por disparos de un tanque israelí, según fuentes médicas palestinas.

Los enfrentamientos hacen temer una ruptura del alto el fuego de 2014 y un nuevo conflicto en este territorio pobre y superpoblado, que ha conocido tres guerras en seis años y no se ha recuperado aún de la última.

“Tenemos miedo. Está claro que la guerra está empezando. Hay muchas escaramuzas, exactamente como antes de la última guerra”, expresó Alaa Abu Zaki, de 24 años, quien reside en la frontera norte de la Franja.

“Tememos por nuestras casas y nuestros niños, porque las bombas no distinguen entre los civiles y la resistencia”, coincide Hanan Akkaui, de 53 años, madre de familia en el oeste del territorio.

“Los judíos quieren la guerra y la situación es insoportable”, manifestó Mohanad Ghaban, de 24 años. “No tenemos ni electricidad, ni cemento, ni agua. Morimos poco a poco y más vale morir de golpe en una guerra”, afirmó.

Del otro lado de la frontera, en el kibutz israelí de Kerem Shalom, Amit Caspi admitió también tener “miedo de la próxima guerra” y piensa irse.

“Por la noche hay el ruido de morteros, de bombardeos, de aviones”, narró Jehan Berman, otro habitante del kibutz, cercano al lugar donde el Ejército afirma haber descubierto numerosos túneles.

Los túneles fueron una de las armas más eficaces y temidas de los combatientes palestinos en 2014. El Ejército israelí dijo entonces haber destruido más de treinta.

Pero hoy siguen estando en la actualidad. El propio Hamás asegura que los sigue construyendo y el Ejército israelí continúa tratando de descubrirlos y destruirlos.

Hamás ya ha acusado varias veces a los soldados israelíes de ingresar en el territorio de Gaza y de violar así la tregua.

El Ejército israelí admite que actúa en el interior del territorio palestino, en una franja de 100 metros, pero asegura no tener “ningún interés” en una escalada militar. Este viernes reafirmó su determinación de combatir “el diabólico plan del Hamás de infiltrarse en las comunidades israelíes”.