Futuro incierto para cristiana absuelta por blasfemia en Pakistán

El gobierno se compromete a impulsar un procedimiento judicial para impedir que Bibi salga del país, y a no oponerse a la presentación de una demanda para revisar el veredicto de la Corte Suprema

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Islamabad. El futuro de la cristiana pakistaní Asia Bibi era incierto este sábado después de la presentación de una demanda contra su absolución, y luego de que su abogado abandonó Pakistán alegando que temía por su vida.

La liberación, que parecía inminente, de esta mujer condenada a muerte en el 2010 por blasfemia se puso en tela de juicio. El viernes por la noche, las autoridades y los manifestantes islamistas, que paralizaban el país desde hacía tres días, alcanzaron un polémico acuerdo.

“El gobierno nunca debió aprobar tal acuerdo”, lamentó este sábado Ashiq Masih, el marido de Asia Bibi, en declaraciones a la radio alemana Deutsche Welle, que ve en este pacto un intento de “presionar a la Justicia”.

Según un texto de cinco puntos, el gobierno se compromete a impulsar un procedimiento judicial para impedir que Bibi salga del país, y a no oponerse a la presentación de una demanda para revisar el veredicto iniciada por el religioso Qari Salam.

La petición fue presentada el jueves a las autoridades competentes de Lahore, declaró su abogado, Chaudhry Ghulam Mustafa.

“Tememos que Asia Bibi sea llevada al extranjero y hemos pedido al tribunal que el caso sea revisado rápidamente”, explicó.

“Vamos a luchar y a explotar todos los recursos legales para asegurarnos de que sea ahorcada, conforme a la ley”, añadió.

Esto significa que Bibi, actualmente en prisión en Multan (centro), deberá permanecer recluida o en otro lugar seguro a la espera de que se revise el veredicto, consideró el abogado de Asia Bibi, Saif ul Mulook, en declaraciones este sábado.

‘Imposible vivir en Pakistán’

"La situación actual es muy peligrosa para nosotros. No tenemos ninguna protección y estamos escondiéndonos, cambiando frecuentemente de lugar", explicó Masih.

La blasfemia es un tema muy delicado en Pakistán y el caso de Bibi es tan extremo que su familia considera inconcebible que se quede en el país si es liberada. Mientras, su marido pide al gobierno “reforzar la seguridad” de su mujer “en la cárcel”.

“En la situación actual, me resulta imposible vivir en Pakistán”, declaró –por su parte– el letrado de Bibi, justo antes de abordar un avión este sábado con destino a Europa.

"Tengo que seguir vivo para continuar la batalla judicial por Asia Bibi”, explicó Mulook, a quien no se le asignó escolta tras el veredicto a favor de su cliente.

Aunque se esperaba la reacción violenta de los extremistas, “lo doloroso es la respuesta del gobierno. Ni siquiera pueden aplicar una sentencia de la corte más alta del país”, lamentó.

El acuerdo firmado entre los manifestantes y el gobierno pretendía poner fin a la situación caótica y violenta que paralizó al país durante los tres últimos días.

Pero el contenido de dicho pacto le valió airadas críticas a los autoridades, acusadas de “rendición” ante los radicales.

Bibi, madre de cinco hijos, había protagonizado en el 2009 una disputa cuando unas campesinas musulmanas con las que trabajaba se negaron a compartir agua con ella porque era cristiana. Luego del incidente una de ellas acudió a un clérigo y acusó a Bibi de haber blasfemado contra el profeta Mahoma.