Fracasa la reconciliación entre grupos palestinos Fatah y Hamás

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Jerusalén. EFE. La anunciada dimisión del gobierno de unidad palestino, que el presidente, Mahmud Abás, pidió que se aplace hasta el lunes, puso en evidencia el fracaso de la reconciliación palestina, sin avances un año después de acordarse.

El primer ministro, Rami Hamdalá, presentó el miércoles la renuncia del gabinete, pero Abás le pidió que se mantenga de momento en su puesto.

Por el momento se desconoce si Hamás integrará el próximo equipo de gobierno, que se debatirá el lunes en Ramala, en la reunión del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) , de la que el movimiento islamista no forma parte.

“Abás ha dado luz verde a Hamdalá para que vaya pensando en propuestas de nombres para el nuevo gobierno, que seguirá encabezando él”, explicó una fuente cercana a la Presidencia palestina bajo condición de anonimato.

Durante los próximos cuatro días el jefe de Estado debatirá la situación con los diferentes partidos aglutinados bajo el paraguas de la OLP, pero también con Hamás, socio en la formación del gobierno de reconciliación, al borde de disolverse.

Después de anunciarse el martes la disolución en 24 horas del Ejecutivo, Hamás mostró su rechazo a la creación unilateral de uno nuevo.

“Mediante las consultas, el presidente decidirá qué tipo de gobierno será, si solo uno nuevo o uno de consenso nacional que incluya a todos los poderes políticos palestinos, incluido Hamás”, expuso el secretario general del Consejo Revolucionario de Fatá, Amin Maqbul.

En abril del 2014, los movimientos Hamás y Fatá anunciaron el fin de la división interna iniciada en el 2007.

La reconciliación se materializó en la investidura en junio de 2014 de un ejecutivo de unidad nacional temporal formado por tecnócratas que, con el apoyo de ambas facciones, tenía como objetivos prioritarios convocar elecciones generales en siete meses y reconstruir Gaza, que un mes después quedó aún más a rrasada por la última ofensiva israelí “Margen Protector”.

Sin embargo, desde el comienzo de su andadura, el gobierno se vio incapaz de cumplir ninguna de sus metas bajo reproches mutuos de entorpecer la convocatoria electoral o las acusaciones de Hamás a Ramala de ignorar a la Franja.

Ahora se abre un escenario de incertidumbre ante la prevista disolución del ineficaz gobierno, que podría llevar a un nuevo episodio de ruptura de relaciones entre las dos principales fuerzas palestinas.

“No tiene por qué significar que se acabó la reconciliación”, dijo funcionario palestino que prefirió ocultar su identidad y que piensa que, de aquí al lunes, muchas cosas pueden pasar.

“Puede ser un síntoma, una llamada de atención, algo que todavía se puede resolver (...) Durante mucho tiempo ha habido demandas de que este gobierno de tecnócratas se convierta en uno político. El detonante podría haber sido que Hamás está negociando con Israel”, declaró.

El miércoles se conoció que Hamás mantiene un diálogo indirecto con Israel a través de delegaciones europeas para una tregua a largo plazo, horas después de que se difundiese también que el movimiento islamista estudia una propuesta catarí sobre el tema.

Estas iniciativas podrían haber molestado en Ramala, que no ha ofrecido ninguna explicación de por qué Abás anunció que se produciría la disolución del Gobierno en un plazo de 24 horas, por el momento prorrogado.

Algunos expertos apuntan a que un motivo podría ser que, hasta ahora, Hamás no ha dado respuestas a cómo permitir al gobierno que gestione Gaza.