Estados Unidos ayuda a víctimas del terremoto en Nepal

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Katmandú. AFP. Los aviones del Ejército de Estados Unidos empezaron a hacer vuelos de reconocimiento ayer, en las zonas más remotas de Nepal, nueve días después del sismo que dejó más de 7.300 muertos.

Un avión de transporte militar C-17 de la Fuerza Aérea estadounidense y cuatro helicópteros Ospreys llegaron el domingo por la tarde para reforzar los equipos de rescate nepalíes, tras el devastador terremoto de magnitud 7,8.

“Solo los Huey (helicópteros) han llegado tan lejos como para identificar áreas que necesitan ayuda”, dijo un funcionario de la Embajada de Estados Unidos.

El general de brigada estadounidense Paul Kennedy aseguró el domingo que la diferencia tras la llegada de la ayuda norteamericana sería inmediata. “Tenemos equipos de búsqueda y de rescate listos para partir a áreas remotas, tenemos suministros y refugios”, agregó, destacando que estos últimos son la necesidad más urgente.

El último balance del terremoto del 25 de abril alcanza los 7.365 muertos y unos 14.000 heridos, aunque las autoridades nepalíes advirtieron de que podría haber muchos más. Además, más de un centenar de personas murieron en India y China.

La Unión Europea indicó ayer que los países miembros seguían sin noticias de 60 de sus ciudadanos, si bien esa cifra disminuía cada hora, conforme los equipos de salvamento llegaban a las zonas más remotas del país. El balance de europeos muertos es de 13 hasta la fecha.

Un responsable nepalí indicó que los aviones de Estados Unidos evacuarían igualmente a las víctimas de las zonas recónditas más afectadas por el sismo.

Un responsable del Centro de Operaciones de Emergencia indicó el domingo que el balance humano iba a “empeorar”, mientras que el ministro de Finanzas avisó de que la cifra definitiva “será mucho más alta”.

“Quedan pueblos a los que todavía no hemos podido llegar, pero sabemos que todas las casas han sido destruidas”, explicó Ram Sharan Mahat, que recalcó que las réplicas del sismo eran incesantes.

Una veintena de países se han comprometido a ayudar en las tareas de rescate, un apoyo acogido positivamente por las autoridades nepalíes pero que provocó congestiones en el único aeropuerto internacional del país, el de Katmandú, dotado con una sola pista.

El director del aeropuerto anunció que se había prohibido el aterrizaje de los aviones más grandes por miedo a que la pista pudiera resultar dañada por el peso. Sin embargo, no prohibió la llegada de los aviones estadounidenses.

En cuanto a los rescates, un rayo de esperanza llegó el sábado cuando los equipos consiguieron rescatar con vida a un hombre de 101 años de las ruinas de su vivienda, en el distrito de Nuwakot (noroeste de Katmandú), una semana después de la tragedia.