Epidemia del Ébola apura uso de fármacos experimentales

Paciente debe dar consentimiento tras recibir información sobre tratamiento

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ginebra, Atlanta y Nueva York. EFE y AFP. Ante el empuje de la epidemia del Ébola que afecta al África occidental, la OMS dispuso ayer que es ético el uso de tratamientos médicos que se encuentran en fase experimental y cuya eficacia y consecuencias secundarias en seres humanos aún se ignoran.

Un comité de expertos concluyó que esa medida es pertinente “ante las circunstancias de la epidemia y bajo reserva de ciertas condiciones”, entre ellas el consentimiento informado por parte del paciente.

Ahora, la compañía Mapp Pharmaceuticals , que produce el suero experimental que ya se aplicó a dos estadounidenses y a un sacerdote español –que murió ayer en Madrid– fabrica grandes cantidades del medicamento, dijo un especialista.

“He hablado con ellos y me dicen que es un reto poder pasar de producir unos gramos, como han hecho hasta ahora, a kilos, pero es un problema que se puede superar si hay alguien que quiera comprar el medicamento”, expresó Charles Arntzen, investigador de la Universidad de Arizona y quien trabaja en elaborar una vacuna contra el letal virus.

Para Arntzen, la clave es quién va a comprar el fármaco.

Mientras se masifica su producción –agregó–, está por verse el impacto del suero experimental ZMapp en el actual brote, debido a la limitada cantidad que se produce por ahora.

El brote de ébola ya ha causado 1.03 muertes y 1.848 casos registrados en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria, según el último balance que dio a conocer el lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sí, pero con condiciones. Al dar el visto bueno al empleo de tratamientos experimentales, el comité de expertos de la OMS puntualizó que debe sujetarse a una “transparencia absoluta en cuanto a los cuidados, a un consentimiento informado, a la libertad de elección, a la confidencialidad, al respeto de las personas y la preservación de la dignidad y la implicación de las comunidades”.

Por ahora, no hay ninguna cura ni vacuna contra el ébola, que puede matar a las personas en cuestión de días, tras causar una intensa fiebre y serios dolores musculares, vómitos, diarrea y, en algunos casos, la insuficiencia de los órganos y un incontenible sangrado.

Se transmite por contacto directo con la sangre y otros fluidos de personas o animales infectados.

La decisión de la OMS dejó sin respuesta una gran pregunta: ¿quiénes tendrán prioridad para recibir las muestras de fármacos que se están desarrollando en los laboratorios?

“ No estamos involucrados en la discusión de quién debe recibir qué droga o en qué momento” , dijo ayer la subdirectora general de la Organización Mundial de la Salud, Marie-Paule Kieny, en su comparecencia ante el panel de especialistas del Comité Ético.

Las vacunas son las más avanzadas, con ensayos clínicos que se planean para finales de setiembre y cuyas conclusiones preliminares –aunque no definitivas– se esperan para finales de este año.

También están los medicamentos, de los cuales el que más notoriedad ha alcanzado es el ZMapp.

Kieny informó de que las existencias de ese fármaco experimental están agotadas.

Restan otros experimentos con sustancias que contienen anticuerpos para provocar una respuesta inmune del paciente, y otros de la categoría de los antivirales.

De todos esos productos, las muestras existentes son limitadas y, si bien ahora se considera ético utilizarlas, ha quedado abierta la cuestión de quién debe beneficiarse antes.