Emir de Catar cede paso a 'nueva generación' en el poder

El nuevo gobernante asumirá el trono el miércoles, y podría anunciar cambios en el Gobierno

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Doha

El emir de Catar, el jeque Hamad ben Jalifa al Thani, abdicó el martes en favor de su hijo, el príncipe heredero Tamim, para dar paso "a la nueva generación", un hecho inédito en este rico y estratégico estado del Golfo Pérsico y en todo el mundo árabe.

"Llego la hora de abrir un nuevo capítulo y de confiar la responsabilidad a la nueva generación", dijo el emir, de 61 años, en un discurso transmitido por televisión.

"Hoy anuncio que entrego el poder al jeque Tamim ben Hamad al Thani", prosiguió el hasta ahora jefe de este riquísimo estado productor de gas del Golfo. "Estoy convencido de que [Tamim] colocará el interés y la prosperidad de su pueblo por encima de todo" añadió.

El nuevo emir tiene 33 años y será el soberano más joven de las monarquías del golfo Pérsico.

El jeque Tamim será entronizado el miércoles e inmediatamente después pronunciará un discurso a la toda la nación, dijo a la AFP un alto funcionario catarí.

En ese discurso el nuevo emir podría anunciar cambios ministeriales, que incluirían la salida del jeque Hamad Ben Jasem al Thani, el poderoso primer ministro y canciller que en el último año promovió el apoyo de Catar a las revueltas en varios países árabes.

Los cataríes especulan ahora sobre las personalidades de los principales candidatos para dirigir el gobierno, el ministro de Interior, el jeque Abdala ben Naser al Thani, y el vice primer ministro, Ahmed ben Abdala al Mahmud.

También quedará por definir el nuevo príncipe heredero. Según la Constitución catarí, esta función debe recaer en uno de los hijos del nuevo emir. Sin embargo, el hijo mayor del nuevo soberano solo tiene cinco años de edad.

La abdicación del jeque Hamad, que accedió al trono en 1995 tras una revolución palaciega, es un hecho inédito en Catar y en la historia reciente del mundo árabe, donde hasta ahora nunca un soberano había renunciado voluntariamente al poder.

El jeque Hamad derrocó a su padre, el jeque Jalifa, el 27 de junio de 1995, durante una revolución palaciega y heredó un pequeño emirato casi desconocido entonces, con las arcas vacías.

En 18 años ha convertido a Catar en uno de los países más ricos del mundo, con un PIB per cápita de 86.440 dólares en 2011, según el Banco Mundial, y en un protagonista de peso tanto en el mundo árabe como en la región.

El emir había congregado el lunes a los miembros de la familia reinante y a los notables del país para informarles sobre su decisión.

Nacido en 1952, el emir podría tener problemas renales, según fuentes políticas, aunque el pasado fin de semana parecía en forma cuando recibió al presidente francés, François Hollande.

Este martes fue declarado día festivo en Catar y la televisión mostró imágenes de personalidades que acudían a palacio para saludar al nuevo emir.

"La decisión del emir es coherente con la política de Catar ", consideró Salman Shaij, director del Brookings Doha Center.

"El emir considera que después de haber pasado 18 años en el poder, es hora de dejar paso a la nueva generación que ya está preparada desde hace algún tiempo. Lo que es notable es que la decisión haya sido tomada pese a la crítica situación en la región", añadió.

El jeque Tamim, cuarto hijo del emir, fue nombrado príncipe heredero hace diez años, y ha asentado progresivamente su autoridad en los últimos tiempos al hacerse cargo de temas sensibles de política interior y extranjera.

Su madre es la muy influyente Moza, segunda esposa del soberano.

El jeque Tamim era también comandante en jefe adjunto de las fuerzas armadas, y su padre le había confiado gradualmente, en los últimos años, la gestión del ejército y de la seguridad, según una fuente diplomática occidental.

El jeque Tamim, cuyo país es un fiel aliado de Estados Unidos, "tiene excelentes relaciones con Occidente, en particular Estados Unidos y Francia", según una fuente diplomática occidental.

El rey saudí, Abdalá ben Abdel Aziz, envió este martes al nuevo emir de Catar un mensaje de felicitación, en el que expresa el deseo de "reforzar las relaciones entre los dos países".