El terrorismo islamista toca el sureste de Asia

Países reconocen peligro por regreso de los yihadistas que han ido a Siria e Irak

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Yakarta. AFP. Los ataques del jueves en Yakarta, reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), confirman los temores regionales sobre la posibilidad de que los ciudadanos que integraron las filas yihadistas en Oriente Medio perpetren atentados tras regresar a su país.

Los países del sureste asiático llevan meses alertando sobre la posibilidad de atentados, al igual que los países occidentales que sospechan de las intenciones de sus ciudadanos que estuvieron en Siria o Irak.

Las explosiones y los tiroteos que sembraron el caos en un barrio de la capital indonesia y mataron por lo menos a siete personas , incluidos cinco asaltantes, ponen fin a seis años de calma relativa, durante los cuales las autoridades lograron debilitar las redes islamistas locales de mayor peligro.

“Sabemos que el EI quiere proclamar una provincia en la región”, expresó Kumar Ramakrishna, analista de la Escuela de Estudios Internacionales S.Rajaratnam, de Singapur.

“La amenaza provocada por el regreso al sureste asiático de combatientes radicalizados en Irak y Siria es otro factor de preocupación, con la posibilidad de que emerjan lobos solitarios”, comentó.

Cinco extremistas detonaron explosivos y dispararon contra la gente en un barrio céntrico de Yakarta donde hay centros comerciales, embajadas y oficinas de Naciones Unidas

Según los analistas, los autores de los ataques apuntaban a objetivos desprotegidos para aterrorizar a la población civil.

Las fuerzas de seguridad anunciaron recientemente haber desbaratado un atentado suicida planeado en Año Nuevo por un grupo con presuntos vínculos con el Estado Islámico .

La Policía detuvo entonces a cinco personas sospechosas de pertenecer a una red próxima al EI y a otras cuatro vinculadas con el grupo extremista Jemaah Islamiyah , autor de varios atentados en Indonesia.

Afluencia de islamistas. Según el gabinete de consultores The Soufan Group , entre 500 y 700 indonesios que se sumaron a las filas del EI en Siria han regresado al archipiélago.

La amenaza que representa el regreso de los combatientes no es una novedad para Indonesia.

Los responsables de las fuerzas antiterroristas recuerdan que varios indonesios formados en Afganistán en los años 1990 lanzaron ataques en su país, en cuenta los atentados que dejaron 202 muertos en Bali, en el 2002.

Indonesia posee una larga tradición en la lucha contra el islamismo. Y la represión lanzada por las autoridades del país, que tiene 225 millones de musulmanes entre sus 250 millones de habitantes, logró reducir la amenaza de los grupos locales.

El país prohibió cualquier forma de apoyo al EI y a su ideología, pero los especialistas temen que la ley sea insuficiente para enfrentar a los yihadistas y que la región sufra las consecuencias de una falta de coordinación.

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“Los Gobiernos de la región deben trabajar juntos para impedir la creación de un satélite del califato (proclamado por el EI en Irak y en Siria) porque si se crea un satélite, aumentará la amenaza para el sureste asiático”, dijo el analista Rohan Gunaratna.

“Hay grupos instalados en Indonesia y en Filipinas que juraron lealtad al EI y esos grupos deben ser desmantelados”, agregó.

Indonesia y el resto del sureste asiático también fueron víctimas del grupo yihadista al-Qaeda.

Su líder, Ayman al Zawahiri, pidió esta semana a los musulmanes de Indonesia, Filipinas, Malasia y países vecinos que libren una “batalla” regional.

“Indonesia enfrentó una amenaza creciente en el último año”, aseguró Hugo Brennan, analista de Verisk Maplecroft.