El jefe del Pentágono visita Afganistán tras el letal ataque de los talibanes

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Kabul

El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, realizó este lunes una visita sorpresa a Afganistán, horas después de que su homólogo afgano dimitiera a raíz de un mortífero ataque de los talibanes contra una base militar.

En su primera visita a Afganistán como jefe del Pentágono, Mattis no anunció el envío de nuevos soldados al país asiático, a pesar de que el comandante del contingente estadounidense en Kabul, el general John Nicholson, había pedido "unos miles" de soldados más para acabar con la insurrección islamista y los distintos grupos que la llevan a cabo.

Mattis aterrizó en Afganistán menos de una hora después del anuncio de la dimisión de su homólogo afgano, Abdulá Habibi, y del jefe del Estado Mayor del ejército, el general Qadam Shah Shahim.

Las renuncias se produjeron tras la lluvia de críticas contra el gobierno a raíz del asalto de los talibanes contra una base militar cercana a la ciudad de Mazar-e-Sharif el viernes, en el que murieron más de 150 personas, en su mayoría jóvenes reclutas.

LEA: Ataque de talibanes a base militar en Afganistán causa al menos 100 muertos

Un portavoz de la base atacada, Nasrat Jamshid, contó a la AFP que "una decena de personas, miembros de las fuerzas armadas, están siendo interrogadas como sospechosos". Este anuncio confirma las sospechas y acusaciones de complicidad con los talibanes dentro de la propia base, a las que se refirieron el sábado algunos de los rescatados.

Se cree que es el ataque más mortífero jamás perpetrado por los talibanes contra una base militar.

El presidente Ashraf Ghani también anunció el lunes la destitución de cuatro generales del ejército, sin aportar detalles.

Se trata de las primeras sanciones tras el doble revés de Mazar y del hospital militar de Kabul donde, a principios de marzo, el ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI) contra el principal hospital militar del país dejó decenas de muertos.

El general Mattis se entrevistó este lunes con el presidente Ghani, en presencia del jefe de los servicios de inteligencia afganos y del consejero del presidente para la seguridad nacional, Hanif Atmar.

TAMBIÉN: Ataque de yihadistas disfrazados de médicos deja casi 40 muertos en hospital militar de Afganistán

Estados Unidos tiene a 8.400 soldados en el país, quienes, junto a otros 5.000 de sus aliados de la OTAN, asisten a las fuerzas afganas en la guerra contra los talibanes y otros combatientes yihadistas.

Las fuerzas armadas, golpeadas por las matanzas y las detenciones, han sufrido múltiples ataques de los insurgentes desde que las fuerzas de la OTAN, lideradas por Estados Unidos, pusieran fin a su misión de combate en diciembre de 2014.

Según el Sigar, el órgano que evalúa la acción estadounidense en Afganistán, 6.800 soldados y policías afganos murieron en 2016, un 35% más que el año anterior.

Más de un tercio del territorio de Afganistán escapa al control del gobierno, y varios grupos insurgentes se disputan numerosas regiones. Los repetidos intentos de Kabul de lanzar negociaciones de paz con los talibanes han fracasado.

Está previsto que un contingente de 300 marines se instale próximamente en una base del centro de la provincia de Helmand (sur), donde se produce gran parte de la adormidera de Afganistán. Los talibanes, que se disponen a lanzar su ofensiva de primavera, controlan dos tercios de esa región.

La visita de Mattis también tiene lugar días después de que Washington lanzó una GBU-43/B, conocida como "la madre de todas las bombas", para destruir varias posiciones del grupo EI en la provincia de Nangarhar (este). Casi 100 yihadistas perdieron la vida, según balances de responsables afganos.

ADEMÁS: Estado Islámico niega que la 'madre de todas las bombas' mató a sus combatientes

Mattis, que sirvió en Afganistán, afirmó que está evaluando la situación del conflicto en el país para el presidente Donald Trump.

Su visita estuvo precedida por la del consejero estadounidense para la seguridad nacional, el general H.R. McMaster, el primer responsable de la administración Trump que visitó Kabul, el 16 de abril.